Avilés mantiene el nivel de aviso por contaminación por partículas

El amanecer no se retrasó ayer en Avilés, como había ocurrido el lunes a consecuencia de los graves incendios registrados en la zona suroccidental de Asturias. La luz pudo llegar a la ciudad con una mayor facilidad, aunque los efectos del fuego y el humo aún se dejaron notar. A lo largo del día fueron cayendo algunas gotas, pero el Principado decidió mantener el nivel de aviso por contaminación activado anteayer, dado que todavía se registraron algunas superaciones de los límites diarios de partículas en suspensión, las conocidas como PM10 por ser mayores de diez micras. Esto ocurrió en las estaciones de Matadero y la de la avenida de Cervantes, la trasladada recientemente desde la plaza de Los Oficios.

Así las cosas, tanto el gobierno regional como el Ayuntamiento se mantienen vigilantes sobre la situación del aire en la zona, sin que hasta el momento hayan tenido que activarse medidas de contención, como sí ocurre en Gijón, donde el nivel es de prealerta y se han intensificado los riegos además de prohibir el tráfico pesado de siete a nueve de la mañana en las zonas más contaminadas y mantener una «especial vigilancia» a la industria.

Estas mismas medidas podrían aplicarse en Avilés si la situación empeorase y, de hecho, el Ayuntamiento lleva ya dos días preparado para actuar en el caso de que fuera necesario. «Sigue habiendo un poco de humo y estamos muy pendientes de cómo evoluciona», explicaba ayer el concejal de Urbanismo y Planificación, Luis Huerga, que trabaja coordinadamente con el gobierno regional para intensificar los baldeos o restringir el tráfico, aunque todo indica que no será necesario.

La estación de la plaza de la Guitarra también está resultando problemática estos días, y Sanidad mantiene el consejo a mayores, niños, mujeres embarazadas y enfermos crónicos, especialmente a aquellos que se encuentren afectados por algún problema de tipo cardiovascular, respiratorio o de inmunosupresión, para que limiten su actividad física en el exterior. Para el resto de la población, todos aquellos que no sufren ninguna situación particular, no hay ningún tipo de restricción ni peligro. Tampoco los servicios de emergencias de los distintos centros sanitarios de la comarca han sufrido una mayor presión asistencial por problemas respiratorios.