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Domingo, 5 de marzo 2017, 01:07
Los avilesinos son sedentarios, mantienen una dieta inadecuada, abusan del tabaco y del alcohol y, sobre todo, viven en un entorno con una mala calidad ambiental que acaba influyendo en su salud. Al menos eso es lo que se desprende de los datos del último Observatorio de Salud del Principado, que recoge diversas variables que inciden en el estado de los vecinos de cada concejo. A nivel global, Avilés se encuentra en el puesto 70 de los 78 municipios asturianos, y aunque destaca en algunas cuestiones, como la escasa demora quirúrgica en relación con otras áreas sanitarias, no es menos cierto que se encuentra a la cola en algunas cuestiones importantes como estilos de vida y, sobre todo, calidad ambiental.
Es en este último aspecto en el que los avilesinos obtienen la peor nota y ocupan la última posición con respecto al resto de Asturias. Si bien es cierto que el agua de consumo está bien controlada, lo que tiene que ver con el aire es una cosa bien distinta. Evaluando los días en los que los contaminantes superan los límites marcados, el Observatorio sitúa a Avilés en el puesto 76, el mismo que la ciudad ocupa también por su mala calidad ambiental residencial.
Los ciudadanos lo notan. «El ambiente aquí está fatal y noto mucho la diferencia cuando voy a León, pero tengo que vivir aquí», dice Loli Macías. Como ella, son muchos los avilesinos que manifiestan problemas respiratorios que atribuyen a una deficiente calidad del aire.
No es la contaminación, sin embargo, lo único que causa problemas al aparato respiratorio. El tabaco también tiene gran parte de la culpa. La prevalencia de fumadores está también en cifras muy elevadas y supera la media asturiana. Otras cuestiones que tienen que ver con los estilos de vida de los avilesinos tampoco ofrecen resultados satisfactorios. El nivel de sedentarismo, por ejemplo, es de los más elevados de Asturias, y ocurre lo mismo con el porcentaje de niños obesos o de población que sigue una dieta inadecuada.
El dato más preocupante en este apartado, sin embargo, es quizás el que se refiere a un consumo excesivo de alcohol. Aquí Avilés ocupa el puesto número 77 de la tabla, aunque se encuentra en la media en lo que se refiere a la mortalidad asociada a esta sustancia.
A nivel comarcal las cosas no varían demasiado. Mejorar la calidad del aire es también un asunto pendiente en Castrillón y Corvera, mientras que Illas, un municipio algo más alejado de las grandes industrias y de carácter mucho más rural, sale mejor parado, aunque su calidad residencial está también entre los puestos de cola. Y en lo que se refiere a estilos de vida, con algunas variaciones, sólo Castrillón sale algo mejor parado. Sus habitantes refieren ser menos sedentarios y alimentarse algo mejor que sus vecinos de los concejos limítrofes. Son, sin embargo, los que más fuman de toda la zona.
El Observatorio mide tanto datos objetivos referidos al ambiente, factores socioeconómicos o la calidad asistencial de la población como otros de carácter subjetivo, como puede ser la autopercepción de sus propia salud que tienen los habitantes de cada concejo. En este último apartado, los avilesinos también suspenden, y se encuentran entre los diez municipios asturianos donde peor dice encontrarse la gente. También se revela un alto porcentaje de enfermos crónicos y de ausencia de determinados controles rutinarios, como, por ejemplo, las mamografías. Avilés tampoco ocupa buenos puestos en otras cuestiones como los cuidados de los enfermos de diabetes o las hospitalizaciones evitables.
En general, los números no son buenos se tome el parámetro que se tome. Son muy pocos los indicadores o resultados de salud en los que Avilés destaca en positivo, aunque entre ellos se encuentran algunos de importancia como el hecho de que no haya demasiada población en tratamiento por ansiedad o depresión. Por el contrario, los números son especialmente negativos en lo que se refiere a la tasa bruta de mortalidad ponderada por índice de envejecimiento y otros indicadores como la prevalencia de enfermos crónicos.
En general, los peores resultados se obtienen en el centro de Asturias, la que concentra a la mayor parte de la población regional. La opinión que los asturianos tiene de su propio estado de salud empeora notablemente cuando residen en los entornos de influencia de las tres grandes ciudades del Principado: Oviedo, Gijón y Avilés y, sobre todo, en las cuencas mineras. Los factores socioeconómicos parecen pesar más en la salud de la población en la zona central y también los estilos de vida son peores, lo mismo que la calidad ambiental.
La calidad ambiental
Aquí lo que se mide no es sólo el grado de contaminación del aire y del agua, sino otras muchas cuestiones que van desde el medio social y la valoración del vecindario, a los ruidos, el volumen de tráfico o las condiciones de las zonas de paseo o esparcimiento. En lo que se refiere a la calidad del aire que se respira, Avilés, Castrillón y Corvera figuran como los tres municipios más contaminados según los resultados de sus estaciones medidoras. El Observatorio de Salud divide a la región en tres grandes bloques: por una parte los tres municipios de la comarca avilesina más afectados por la industria, que encabezarían la clasificación de los más contaminados; luego, en la parte central de la tabla se encontrarían el resto de los del área central junto a aquellos que, sin disponer de industrias en su entorno, sí soportan unos elevados niveles de tráfico. En tercer lugar se encuentran los concejos de las alas, del oriente y del occidente, que son de carácter rural.
Vivir en entornos urbanos parece también guardar relación con los estilos de vida de las personas, toda vez que los datos de Sanidad revelan que son también estos ciudadanos los más sedentarios, los que peor se alimentan y los que más alcohol consumen. En lo que se refiere al tabaco, además de en la zona central de la región, donde más destaca su consumo es en la comarca oriental. Otros indicadores que el estudio contempla, y que también acaban guardando relación con el estado de salud, como las condiciones socioeconómicas de vida y el riesgo de exclusión social también arrojan peores valores en el centro de Asturias, mientras que en las alas parecen estar más equilibrados.
Y si nos fijamos en un municipio, a priori, de características similares a Avilés, como podría ser Gijón, encontramos que la mejor posición de este último en el ranking se debe tanto a la calidad ambiental como a los estilos de vida, una de las grandes asignaturas pendientes.
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