Desde Berlín a Santiago, pasando por Avilés

«El Camino de Santiago engancha». Así resumen Antonio Aladrén y Salvador Serra su relación con el peregrinaje. Naturales de Zaragoza y Barcelona, respectivamente, comenzaron hace cien días el camino desde Berlín y pretender llegar a Santiago de Compostela el 5 de septiembre. «Este es mi camino número 13 y no será el último, seguro, no sé que tiene que es adictivo y en cada uno que realizo busco que sea diferente», explica Salvador Serra en su visita a Avilés.

El albergue de peregrinos de la ciudad les sirvió para hacer una parada y poder recorrer los rincones de la ciudad junto a una amiga, también peregrina. «Me gusta mucho la ciudad, ahora vamos a probar su comida, para mañana seguir rumbo a la siguiente parada», indicó Salvador Serra. Mientras, su compañero de aventura escribía en su blog: «Nos ha enseñado el Avilés nuevo, que estaba bien. Y el Avilés viejo, que me ha gustado mucho más, los porches, las sidrerías, la marchica prenocturna».

Estos dos jubilados españoles se conocieron por internet buscando información acerca del Camino de Santiago y decidieron embarcarse juntos en la aventura. «Llevamos cien días y los que nos quedan. Hasta llegar a Francia se nos hizo muy duro porque no está nada bien señalizado, teníamos que tirar de internet y de aplicaciones del móvil que nos dijeran por dónde ir», comenta Antonio Aladrén. Los dos peregrinos cuentan con un blog en el que cada día cuentan a sus seguidores las peripecias del camino y suben fotografías de los rincones que han visitado.

Aunque ya han visitado la catedral de Santiago de Compostela en más de una ocasión, no dejan de emocionarse con su llegada. «Es pisar el Obradoiro y me saltan las lagrimas, no sé explicar por qué», comentó Salvador Serra, que afirma que si sus familias les han apoyado en todo hasta el momento, «cuando volvamos a casa igual no nos dejan entrar después de tantos días», dice entre risas.

Fotografías en el Centro Niemeyer, en Galiana, pero también de su arte escanciando sidra en uno de los restaurantes del centro de la ciudad son el resumen que esta pareja de peregrinos hicieron de su paso por la ciudad, a la que esperan volver en algún otro Camino de Santiago. «El camino que pasa por el País Vasco, Cantabria y Asturias es mucho más bonito y bueno de hacer que cualquier otro, en otras partes vas solo totalmente, aquí puedes compartir el viaje», comentaron.