

Secciones
Servicios
Destacamos
AINHOA PALACIO
Domingo, 14 de septiembre 2014, 01:08
El Hospital San Agustín es «una pequeña 'ciudad'» en la que la preocupación por la gestión de los residuos ya se traduce en resultados. En cuanto al reciclaje, el ahorro, el aprovechamiento de materiales y la concienciación de sus propios trabajadores, y también de los usuarios.
kilos de residuos se han reducido en el Hospital San Agustín en los últimos siete años.
kilos de residuos domésticos se recogieron en 2013, y 64.209 de residuos de tipo biológico.
Residuos domésticos. En 2013 se recogieron 307.620 kilos, frente a los 540.860 de 2006, año en el que comenzaron a registrarse los datos del plan de gestión de residuos específico para el Hospital San Agustín. Desde el año pasado también se incluyen las cifras de los centros de salud del área.
Residuos de tipo III. Su gestión, transporte y destrucción sigue procedimientos específicos y cada tonelada enviada a destruir le cuesta al área 1.000 euros. En los últimos siete años se han reducido 37.116 kilos, sólo en 2013 un total de 64.209.
Residuos orgánicos. Se contabilizan desde 2010 y se han recogido desde entonces 575.000 kilos, que se utilizan posteriomente como biocombustible según el acuerdo con Cogersa.
Papel. El centro posee una compiladora a la que se envía todo el papel y cartón con excepción de los documentos confidenciales, que se eliminan con una empresa que garantiza la confidencialidad del proceso. En los últimos años la recogida de papel ha aumentado en 36.000 kilos.
Maderas. Ahora se recoge toda la madera y también se reutiliza la de los artículos que llegan en palets al centro. El aumento ha sido de 33.000 kilos, y el año pasado se recogieron 36.420.
Pilas. Ahora mismo el centro recoge más de las que compra para consumo interno, gracias a las peticiones de los propios trabajadores para instalar puntos de reciclaje. Sólo en el último año se recuperaron 420 kilos.
Tóner. El aumento en los últimos años ha sido de 361 unidades. El año pasado se recogieron 723 y en 2006 sólo 269.
Vidrio. El total recogido es de 27.000 kilos, y el año pasado de 4.033. Se introducirán los vidrios de retorno y algunos envases de las cafeterías comenzarán a cambiarse por plástico.
Plástico. También con datos desde 2010, el año pasado se recogieron 7.711 y el aumento es de 7.175.
Otros. También se recicla ropa (11.000 kilos en dos años) y cargadores y teléfonos móviles.
Desde hace un año y medio el plan de gestión de los residuos también abarca los centros sanitarias del Área III. La enfermera del Servicio de Prevención del área María Jesús Rossell explica a LA VOZ todas las actuaciones que se realizan en el área. El centro tiene un manual de gestión de los residuos desde 2006, que se ha ido modificando en los últimos años según las nuevas leyes medioambientales. Rossell explica que el nuevo manual está ya en sus últimas fases, y en el área esperan que se pueda comenzar a funcionar con él a partir del próximo año. La nueva Ley del Residuo, de 2011, indica que cada comunidad debe decidir su proceso de gestión de los residuos. En el Principado se conoce como PERPA «y tiene instrucciones claras también en cuanto a las áreas sanitarias».Las líneas de actuación para la nueva guía en materia de gestión de residuos aún se están cerrando, pero sólo queda la aprobación final.
En Avilés «la gestión de los residuos se empezó en 2000 y ahora se ve la evolución, porque hemos conseguido que todos los residuos que se generan sean susceptibles de ser reciclados y reutilizados», algo impensable hace no tanto.
Los primeros datos son de 2006. En ese año se registraron 673.239 kilos de residuos totales, y el año pasado (ya incluye los centros de salud del área) se recogieron 581.534. La diferencia es de 91.705 kilos. El volumen de residuos domésticos también se ha reducido: se ha pasado de los 540.860 kilos en 2006 a los 307.620 del año pasado, lo que supone un descenso de 250.000 kilos. Según las cifras, el descenso ha sido progresivo, y en 2012 hubo 333.240 kilos, aunque hasta esa fecha sólo se contabilizaban los residuos del San Agustín.
El descenso también se ha registrado en cuanto a los residuos de 'tipo III', que son aquellos como agujas, material cortante y punzante, vacunas, cultivos o restos de recursos sanitarios de investigación. Frente a los 101.325 kilos de 2006, el año pasado hubo 64.209 kilos, lo que supone una reducción de 37.116 kilos. El Área Sanitaria III tiene un convenio con Cogersa para la gestión de sus residuos, y cada tonelada de este tipo de residuos le cuesta al hospital 1.000 euros, frente a los 35 por tonelada del residuo de tipo doméstico. Es también significativo el descenso con respecto al año 2012, cuando se recogieron 68.749 kilos, de casi el 5%, «porque el personal que lo recoge, lo maneja y desecha lo identifica mejor», explica.
«Una buena gestión de la basura disminuye el gasto final del hospital», recalca Rossell, algo que quizá pueda pasar desapercibido para muchos usuarios. Sin contar que las acciones para conseguirlo se desarrollan desde hace 14 años, y los resultados no fueron inmediatos. «Es un trabajo diario y los resultados se ven a largo plazo», asegura.
Además de la gestión de residuos, en el hospital también hace sus esfuerzos a la hora de reciclar «plásticos, pilas, maderas, tóner, ropa usada, vidrio, papel... Y hasta hacemos compostaje», indica Rossell. El área del hospital tiene 30.000 metros cuadrados de zona verde y se hace compostaje con el que se abonan posteriormente los jardines, tal y como estipula el contrato del Servicio de Limpieza, y así se evita el uso de químicos. «Los residuos ahora se ven como recursos», asegura.
En los últimos siete años el reciclado de papel y cartón ha crecido en 36.000 kilos, mientras que el de madera ha subido en 33.000. El aumento de reciclaje de plástico se coloca en 7.175 kilos, algo lógico teniendo en cuenta las nuevas políticas de recogida selectiva y las campañas que se han desarrollado. En 2013 se reciclaron 420 pilas, aunque en este caso la mayor cantidad fue en 2010 (834) y en 2007 (628).
También se recuperaron equipos informáticos, aunque en los dos último años no ha sido necesario renovar ninguno y por eso las cifras son más discretas. «Cuando fue necesario y se renovaron los equipos después se trataron de forma adecuada», informó Rossell. Lo mismo sucede con los tubos fluorescentes. En 2010 se reciclaron 210 kilos y ahora se están cambiando por los de bajo consumo para reducir el gasto energético al máximo, dentro de lo posible.
En cuanto a tóner, ha habido un aumento de 361 recogidos, y hasta los propios trabajadores reciclan en el personal los de su propio uso personal, en algunos casos. En los últimos siete años se recogieron 27.000 kilos de vidrio y 575.000 de residuos orgánicos, que son tratados para biocombustible en Cogersa, procedente de las cocinas y las cafeterías del centro.
Además, el Área III ha comenzado una campaña de reciclaje de ropa usada, que posteriormente se entrega a diversas ONGs, y en los dos últimos años se han separado 11.000 kilos. En esta línea, también se pueden reciclar en el centro cargadores de teléfono y teléfonos móviles, desde hace dos años. Otra de las acciones a medio plazo es la recogida de vidrio. «Se modificará, y apostaremos por el vidrio de retorno además de cambiar algunos de los envases que se sirven en la cafetería por plástico», más fáciles de manejar una vez consumido el producto.
Otros ahorros
El ahorro en el gasto es más o menos evidente teniendo en cuenta los distintos servicios hospitalarios. Por ejemplo, se ha reducido el consumo de «material fijador y líquido de revelados, que además es muy contaminante», sólo con la posibilidad de hacer placas de rayos X con los nuevos programas informáticos. «Se ven los resultados, porque antes todos esos líquidos eran responsabilidad de los trabajadores y ahora se ahorra en gasto de material orgánico».
Rossell bromea con el hecho de que trabajar con residuos puede tener poco 'glamour', pero defiende su importancia a la hora de hacer una gestión más eficiente, y más con los datos que se han obtenido en los últimos siete años. «A las tres 'R' de Reciclar, Reducir y Reutilizar nosotros le añadimos una cuarta, la de la Responsabilidad», insiste.
Y en las 'tripas' del San Agustín el sistema de recogida, selección y manipulación es impecable. Una de las salas del sótano 2 está destinada a la gestión de los residuos tipo III, de carácter orgánico. Llegan en bidones de diferentes tamaños y pesos, con un código de barras que, a través de un programa informático, establece el departamento al que pertenece el residuo y su peso, además de su día de procedencia y destino final. «Este sistema nos permite controlar cualquier posible alteración que hubiese, para así saber el origen del problema si lo hubiese».
El reciclaje de madera también es importante. «Toda la madera iba a la cuenta del residuo doméstico y ahora no sólo evitamos enviarla al vertedero, sino que la reutilizamos», explica Rossell. Uno de los pasillos del sótano almacena apiladas las maderas del material que llega paletizado, para su nuevo uso.
El hospital también tiene un compactador de papel para gestionar todo el que consume, aunque los documentos clasificados son eliminados a través de una empresa que garantiza la confidencialidad de los datos. «Los recogen y posteriormente nos envían un certificado indicando su destrucción y posterior reciclaje». El transporte de este tipo de documentos no es, ni mucho menos, diario. «Se trata de ahorrar y abaratar los costes, así que por lo general si tenemos un palé con este material solemos esperar a que, como mínimo, se haga otro y los enviamos juntos», siempre que fuese posible.
En el recinto hay instalados contenedores de recogida de papel y plásticos que se gestionan a nivel municipal, y recientemente han tenido que solicitar una nueva burbuja de reciclaje de plásticos «porque sólo con una era insuficiente».
¿Y qué sucede con el material contaminante? «Los denominados bioresiduos tienen un protocolo de recogida especial dentro del hospital y salen en un transporte específico», indica Rossell. La forma de manipularlos «también es diferente», pero el sistema de identificación facilita las cosas. Los restos biológicos son trasladados a Cogersa para su incineración.
En los centros de salud el sistema es más sencillo a pesar de las distintas localizaciones. «Estamos encontrando mucha colaboración con los centros, y el plan de gestión es sencillo porque hay más gente y los servicios están más concentrados».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.