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El Hospital San Agustín se prepara para vivir un verano con la mayor parte de sus plantas abiertas.
El San Agustín inicia los cierres estivales con la planta de corta estancia quirúrgica

El San Agustín inicia los cierres estivales con la planta de corta estancia quirúrgica

La alta actividad limita el cierre de unidades durante este verano, que podría limitarse a una planta

FERNANDO DEL BUSTO

Martes, 1 de julio 2014, 00:26

El verano de 2014 no será sinónimo de cierre de unidades de hospitalización en el San Agustín. A diferencia de lo sucedido en otros años, al inicio del mes de julio el centro sólo cuenta con dos unidades sin actividad. La semana pasada se encontraba sin ingresos la quinta norte y ayer cesaba la actividad en la unidad de corta estancia quirúrgica, reservada para ingresos de cirugía ambulatoria. Lo habitual es que, durante los meses de verano, este tipo de intervenciones cesen, por lo que siempre se suspende su actividad.

Por su parte, la quinta norte suele albergar a enfermos de neumología y de digestivo. Como es habitual, la mayor parte de los ingresos se producen durante el invierno y el otoño; en la medida en que se produce una mejoría del tiempo, los pacientes respiratorios tienen menos complicaciones y se reducen los ingresos.

Con todo, este año el cierre de plantas se ha retrasado respecto a otros ejercicios por diferentes motivos. Por una parte, la actividad quirúrgica y hospitalaria de este año está siendo más intensa que en otras ocasiones. Uno de los objetivos del Servicio de Salud del Principado de Asturias (SESPA) era que, a finales de este año, no quedasen en las lista de espera restos de la huelga sanitaria.

Además, durante el pasado mes de junio, la carga asistencial del Hospital San Agustín se mantuvo alta al asumir enfermos derivados del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) con motivo del traslado a las nuevas instalaciones. A finales de la semana pasada, el hospital en Avilés aún tenía pacientes del HUCA a la espera de recibir el alta hospitalaria.

Así las cosas, julio comienza en el Hospital San Agustín con un panorama que hace años que no se recuerda: con la práctica totalidad de las unidades de hospitalización abiertas. En función de cómo evolucione la actividad, se decidirá el cierre de más unidades o no.

Mucho trabajo en julio

Lo cierto es que julio comienza con bastante actividad quirúrgica programada. En esta situación, el cierre de unidades estará en función de la marcha de la actividad. De mantenerse el actual ritmo de trabajo, lo más probable es que no se vuelvan a cerrar más unidades hasta el mes de agosto.

En todo caso, sólo sería una planta más, dos como mucho, aunque este supuesto parece poco probable. Es decir, todo apunta que este año el San Agustín afronte uno de sus veranos con un mayor número de camas en funcionamiento. Y es que el centro hospitalario ya cuenta con una apretada agenda de trabajo para el mes de septiembre, con quirófanos programados para las tardes.

En este contexto, el centro no se plantea cerrar unidades por unas pocas semanas, toda vez que resulta mucho menos operativo que mantenerlas activas de forma permamente. Más aún cuando el estado de conservación y mantenimiento de las instalaciones es más que adecuado.

Esta situación contrasta con la vivida en años anteriores, en la que los cierres de plantas comenzaban en julio y se alargaban durante todo el verano, incluyendo el mes de septiembre. El cierre de plantas de hospitalización es una práctica habitual durante el verano. La actividad en los hospitales responde a un ciclo que se repite año tras año. Durante los meses de verano siempre se produce un descenso de los ingresos hospitalarios junto con una menor actividad. En una comarca como Avilés, el buen tiempo evita que los pacientes mayores y enfermos crónicos sufran las descompensaciones que, habitualmente, provocan su ingreso durante el otoño y el invierno. Al tiempo, las vacaciones del personal provoca que se disminuya el nivel de la actividad quirúrgica programada, con lo que también se registran menos ingresos.

En esta situación, la opción ha sido cerrar plantas para concentrar los pacientes y mantener la eficiencia en el gasto. Incluso en 2011 se llegó a destinar habitaciones individuales para patologías especialmente complejas gracias a esa disminución de ingresos.

Junto con el cierre de plantas, el centro dispone de una unidad sin actividad, que se utiliza como colchón cuando se produce un incremento de la demanda por encima de los niveles habituales, como puede ser una epidemia de gripe. Durante el verano, esta planta siempre se encuentra cerrada.

Esa unidad de reserva también se activa ante situaciones de emergencia en otras partes de Asturias. Así sucedió durante las últimas inundaciones en el Oriente de Asturias, donde se preparó para recibir pacientes del Hospital Grande Covián de Arriondas, aunque, finalmente, no fue necesario su utilización.

Con todo, la medida siempre ha provocado la reacción contraria de los sindicatos sanitarios. Siempre han defendido realizar las contrataciones necesarias para cubrir las vacaciones y mantener al centro con la misma capacidad. De esa manera, además, se alivia la presión sobre los trabajadores que, durante los meses de alta intensidad, reciben una gran carga asistencial.

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