«Se va un hombre afable, cercano»

La repentina muerte de Agustín González, a última hora de la mañana de ayer en su domicilio del concejo de Lena, causó honda conmoción en la ciudad en la que fue alcalde entre 1995 y 1999. «Estoy impresionado», confesaba su predecesor en el cargo, el socialista Manuel Ponga, delegado del Gobierno en Asturias en el tiempo en que el fallecido exprimer edil presidía la Corporación avilesina.

La sorpresa mostrada por Ponga era compartida por el resto de personas del ámbito político y social avilesino que compartieron con el fallecido exalcalde aquellos años de Gobierno del PP en Avilés.

«Lamento su pérdida tan inesperada», afirmaba el también exalcalde socialista, Santiago Rodríguez Vega. «Ahora estaba en un momento tranquilo de la vida, no contábamos con algo así. Lo lamento y así se lo haré llegar a su hijo y a su mujer», añadió el actual presidente de la Autoridad Portuaria, quien recuerda que pudo conocer a González desde la oposición como «un hombre entrañable, afectuoso y próximo» más allá de «las tensiones propias de la función política».

«Pensaba verlo esta tarde en los premios de LA VOZ DE AVILÉS», prosiguió Rodríguez Vega, «pero lamentablemente no podrá ser».

Ponga coincidía en resaltar la bonhomía de Agustín González como una cualidad que trascendía a su quehacer político. «Creo que su figura pública fue la de un alcalde de transición, con cuatro años de mandato tras los que su obra no merece ni grandes elogios ni grandes reprimendas», apuntó Manuel Ponga. Pero lo que sí deja González, a su entender, «es el recuerdo de una gran persona».

Una valoración muy similar ofrecía también ayer el exportavoz de Izquierda Unida en el Ayuntamiento, José Fernando Díaz Rañón, quien coincidió con González cuando ambos estaban ya en la oposición. «Se va un hombre afable, con el que era fácil relacionarse», indicó al tiempo que añadió el respeto que le merece «quien se ha dedicado a tratar de mejorar el bienestar de los avilesinos, aunque no compartiéramos las ideas o las formas de llevarlas a cabo».

Esa mayor trascendencia de las cualidades humanas de Agustín González sobre las políticas era corroborada ayer por Juan Muñiz -hijo de Toso Muñiz, fundador de la Atlética Avilesina de la que fue directivo Agustín González-, y que además de compañero de bancada en el grupo municipal del PP tenía al exalcalde como «parte de mi familia». Para él, «el Agustín político está en segundo o tercer plano, era ante todo muy buena persona, honrado, sin dobleces».

Libro de condolencias

La alcaldesa, Pilar Varela, anunció ayer que, «creyendo representar el sentir de nuestra ciudadanía», la jornada de hoy será de luto oficial en recuerdo del exedil, y la bandera de Avilés ondeará a media asta en todos los edificios municipales.

Varela acudió ayer por la tarde al tanatorio de Mieres, donde se instaló la capilla ardiente de González y por donde pasaron numerosas personalidades de la política asturiana, como Francisco Álvarez Cascos, presidente de Foro, así como el expresidente de la Autoridad Portuaria, Raimundo Abando, el comisario de la Policía Nacional, Agapito Pérez, y varios ediles de la Corporación.

Sea cual sea el aspecto que se quiera destacar de Agustín González, los avilesinos podrán expresar su sentir hasta las nueve de esta noche, con el libro de condolencias que se instalará en el Salón de Recepciones municipal.

El funeral por su eterno descanso tendrá lugar a las cinco de esta tarde en la parroquia de Vega del Ciego, en el concejo de Lena.