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Juan Carlos Vázquez y Susana Ruiz, ayer en el Edificio Fuero.
Jardines, pequeños universos de vida

Jardines, pequeños universos de vida

Las virtudes de preservar la biodiversidad en las zonas verdes se debaten en Avilés

BORJA PINO

Jueves, 5 de junio 2014, 02:18

Un jardín es mucho más que una acumulación de plantas que dependen para su supervivencia de la tierra, del agua y de la luz solar. Mimados y correctamente atendidos, pueden dar pie a un variado ecosistema vegetal y animal, beneficioso tanto para los seres humanos en particular como para toda la Naturaleza en general. Y en torno a esa idea fuerza giró ayer la mesa redonda 'Huertos y jardines vivos, algo más que plantas', tercera propuesta de la Segunda Semana de Ecovivencias, y que se celebró en las dependencias de la plataforma El Patio, en el Edificio Fuero.

Fueron el jardinero y naturalista Juan Carlos Vázquez y la agricultora ecológica Susana Ruiz quienes condujeron este encuentro, en el que no sólo se expuso la teoría del correcto cuidado de huertos y jardines, sino que también sirvió para compartir experiencias y trucos centrados en la obtención de la mayor diversidad biológica posible. «Normalmente la gente, cuando tiene una parcela de césped, compra una máquina cortadora y siega indiscriminadamente. Eso es una aniquilación de diversidad. Si se quiere mantener una buena proporción de insectos, aves, reptiles y anfibios lo mejor es la siega manual, y diseñar caminos de paso para no pisotear las zonas verdes», apuntó Vázquez.

Los beneficios de un campo bien atendido van mucho más allá de la estética; también puede dar pie a una notable riqueza educativa, pues «yo tengo hijos, y no hay nada comparable a sacarlos al jardín o a la huerta, y enseñarles todos los animales que pululan por allí». No obstante, afirmó comprender el reparo de la gente a mantener esta biodiversidad. «La mayoría no se acaban de acostumbrar a tener culebras, sapos o lagartijas en sus jardines; solamente les interesan las zonas verdes con un fin estético». Y eso pese a que «cuidar correctamente un huerto o jardín es más barato; con la segadora mecánica el mantenimiento es mayor y requiere más dinero».

Esta visión de la convivencia con el ámbito animal, eminentemente práctica, obtuvo su contraparte teórica de manos de Susana Ruiz, quien centró su discurso en el origen, impacto y en la prevención de las plagas y de las denominadas 'hierbas espontáneas'. «En realidad, la agricultura es la modificación de un estado natural de las cosas para producir algo que queremos, y cuanto más forcemos esa alteración más plagas padeceremos; es como un toque de atención para decirnos que estamos rebasando el punto de equilibrio», explicó. Una frontera que es posible no llegar a superar «garantizando la mayor diversidad animal y vegetal posible, cuidar mucho la tierra y rotar lo cultivado. Así es perfectamente posible mantener un control de nuestros campos».

Al término de sus respectivas intervenciones, y tras responder a las preguntas del público, el grupo se trasladó al 'bosque comestible' instalado en la calle José Cueto, para visitar el refugio de insectos recientemente instalado.

Para hoy jueves, entre las 11 y las 13 horas, está prevista una visita libre a la huerta ecológica del colectivo La Libélula, en El Caliero.

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