«No se veía nada cuando llevamos a los niños al colegio. Era angustioso»

«Cuando sonó el despertador creí que me había equivocado y lo había puesto de madrugada porque no entraba nada de luz por la ventana», comentaba un ovetense, una sensación que tuvo la mayor parte de los asturianos.

El consejero de Educación recomendó suspender los recreos en todos los centros educativos y fueron varios los clubes deportivos que optaron por cancelar los entrenamientos al aire libre, como fue el caso de las categorías inferiores del Real Oviedo y la Atlética Avilesina, así como otros equipos infantiles de Avilés y Gijón.

La cierta psicosis suscitada entre la población hizo que el Gobierno del Principado trasladase un mensaje de tranquilidad a la población, al tiempo que recomendó que se hiciese vida normal, a excepción de los grupos de riesgo, como personas mayores, los niños, embarazadas y enfermos crónicos, a quienes se les aconsejó limitar la actividad física intensa en el exterior.

No solo las personas resultaron afectadas por la falta de luz, también los animales. En las ciudades las palomas y las gaviotas no salieron de su letargo nocturno hasta casi el mediodía, y en la zona rural, el ganado pasó la mañana con las costumbres nocturnas. Ayer, no amaneció en Asturias, un fenómeno que no se registraba desde hace varias décadas.