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Jose Esteban García Miranda durante su pregón ayer en el Auditorio de La Pola para abrir las fiestas de El Carmen y El Carmín.
«Mis padres me educaron en el amor a La Pola, sus costumbres y sus fiestas»

«Mis padres me educaron en el amor a La Pola, sus costumbres y sus fiestas»

José Esteban García Miranda pregonó las fiestas de El Carmen y El Carmín. El director musical destacó la relación entre la localidad y la cultura, especialmente la música que es «una seña de identidad»

Soledad Rodríguez Noriega

Viernes, 17 de julio 2015, 01:29

Oficialmente La Pola ya está de fiesta. Ayer se dio el pistoletazo de salida a la celebración de El Carmen y El Carmín con el pregón a cargo del director del coro de la Fundación Princesa de Astrurias, José Esteban García Miranda. Previamente a la intervención del pregonero, se homenajeó al poeta Rufino Campal con la lectura de dos de sus poemas y la entrega de una placa, que emocionó al escritor.

José Esteban García Miranda realizó un nostálgico discurso plagado de referencias musicales, reseñas periodísticas y versos tradicionales sobre las fiestas de la localidad. El poleso aseguró sentirse «un privilegiado» de invitar a los presentes a «disfrutar de las mejores fiestas de verano de Asturias, porque de las de invierno y primavera tenemos también las mejores: Les Comadres y los Güevos Pintos».

El pregonero ensalzó el trabajo de todas las personas que han hecho y hacen posible que la tradición continúe. «Nuestras fiestas del Carmín son mucho más que fiestas. Son testimonios del pasado, recuerdos de nuestra historia, el legado que hemos recibido de nuestros antepasados y el que dejaremos a nuestros descendientes. Reflejan nuestra forma de ser, de sentir y de vivir. No hay nada que nos marque tanto como polesos, como nuestra manera de vivir la fiesta». Por ello, «conservarlo, cuidarlo y protegerlo para las siguientes generaciones es una labor que nos compete a todos», explicó García Miranda.

Las fiestas, «son momentos de alegría sin límites, de folixa continua, de ilusión, de energía y sentimientos compartidos pero también para recordar a los que ya no están». En este marco, García Miranda tuvo un momento muy emotivo en el que la voz se le resquebrajaba al recordar a sus padres, Maruja y 'Pimpe', «que me educaron en el amor a La Pola, a sus costumbres y a sus fiestas. Seguro que hoy me están viendo y sientiéndose tan orgullosos de mí como yo estoy de ellos», aseguró.

Fausto Vigil y Ángel Embil

El director musical resaltó la música como «una seña de identidad» de La Pola y tuvo palabras de reconocimiento para la sociedad Siero Musical y en especial a su fundador, Fausto Vigil. También recordó a su tío Ángel Embil, «ejemplo de bondad, de esfuerzo, de constancia, de quien recibí las primeras enseñanzas musicales». Precisamente la relación entre la cultura, el arte, la música y la educación hace de los polesos «personas con ingenio, sentido del humor, picardía, ocurrencias y sabiduría», subrayó.

García Miranda se despidió como «un poleso de corazón y de sangre» y recordó a sus abuelos, los lugares en los que se crió y cómo vivía El Carmen y El Carmín, «aquí están todos mis recuerdos de infancia y juventud». Por último, invitó a locales y forasteros a disfrutar de las fiestas «convirtiendo esta villa en la capital de la alegría».

Tras el pregón, la Asociación Sierenses Amigos de la Música interpretó seis piezas, cerrando el acto con el 'Asturias patria querida'.

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