Tola, un símbolo de la protección de la naturaleza

La osa Tola, al igual que su hermana Paca, nació en enero del año 1989. El animal, que junto a su hermana Paca se convirtió en «un icono de la recuperación de la naturaleza», como explicó Nicanor Fernández, presidente de la Fundación Oso Asturias, murió este jueves debido a su edad, a punto de cumplir 29 años.

Tola fue recuperada junto a su hermana Paca en 1989 por la Guardia Civil, meses después de que unos furtivos mataran a su madre y las capturasen. Posteriormente, las osas, tras permanecer acogidas durante algún tiempo en Cataluña, vivieron durante cinco años en el Parque Cinegético Nacional de El Hosquillo, en Cuenca, hasta que el Gobierno asturiano habilitó el cercado donde residieron y que sólo abandonaron para ser estabuladas en Cabárceno.

El recinto en el que habitó, integrado en la ruta turística 'La senda del Oso', fue construido en 1996 y es visitado cada año por decenas de miles de personas que reciben información sobre la importancia de la conservación del oso pardo en su hábitat natural de la Cordillera Cantábrica.

Después de 20 años juntas, en septiembre una osa quedó en Proaza y la otra fue trasladada al cercado grande para evitar posibles agresiones a las crías. El Parque de la Naturaleza de Cabárceno, en Cantabria, cedió a Furaco para intentar la reproducción de este con Tola.

El desgaste del cartílago de su rodilla derecha comenzó a ser tratado y para ello se le suministraron diez pastillas diarias de un regenerador de cartílago (Condrovet) y un aporte de vitamina B como complemento. Además, la osa fue puesta a régimen, eliminando de su dieta el pan y los frutos secos.

El estado de salud de Tola empeora. A los problemas derivados de la edad, la osa sufrió una lesión en la columna que le provocó problemas de locomoción, movimientos involuntarios y fuertes dolores en las patas traseras.

Cuando ya nadie creía en la posibilidad de que las osas del cercado de Santo Adriano, Paca y Tola, pudiesen tener crías tras años de intentos con el oso pardo de Cabárceno Furaco, la sorpresa saltó cuando el personal de la Fundación Oso de Asturias encontró por la mañana el cuerpo sin vida de un osezno recién nacido, de apenas 330 gramos de peso, aparentemente aplastado por su propia madre.

El oso tenía como objetivo participar en un proyecto de reproducción y cría en cautividad junto a Paca y Tola. Tras fallar dicho proyecto, Furaco fue devuelto a las instalaciones del Parque de la Naturaleza de Cabárceno (Cantabria).