Un San Antonio multitudinario

Superado el disgusto de una verbena de víspera pasada por agua, con Los Berrones como gran atracción, los vecinos de Villahormes que son simpatizantes de San Antonio disfrutaron en la mañana de ayer de una jornada soleada y suave brisa para honrar al santo de sus desvelos. Asistieron a misa en la bucólica capilla de San Antonio, salieron en procesión con dos ramos, medio centenar de aldeanas y las andas del santo, y concluían la mañana entrelazando los brazos en una multitudinaria danza prima.

De presidir la función religiosa se encargó Ángel Álvarez, sacerdote orionista, y la eucaristía contó con el magistral acompañamiento del coro Manín, formado por 33 voces bajo la batuta de Faustino Martínez. Tras la misa se formó una concurrida procesión que marchaba encabezada por el estandarte del santo, en manos de Pepín Valle Bárbara. Seguían dos ramos. El de rosquillas dulces a hombros de los niños Andrés Cabrero, Daniel Ríos y los hermanos Cristóbal y Agustín Gavito, y el de pan artesanal trasladado por Fernando Iglesias, Jon Alarcón y los hermanos Manuel y Efrén González.

Medio centenar de mozas ataviadas de llanisca batían con fuerza sus panderetas y entonaban los clásicos cantares del ramo amparadas por el toque del tambor que estaba en manos de Gema Regueiro Pedrayes.

La salida de la imagen de San Antonio a las calles de Villahormes fue saludada con una cuerda de 40 potentes petardos y alrededor de las andas se congregó un elevado número de fieles y devotos. La talla de San Antonio que en Villahormes sacan en procesión, sobre un manto de claveles rojos, paniculata y hojas de espárrago, iba a hombros de cuatro jóvenes ataviados con el traje de porruano: Joaquín Fernández, Daniel Marugán y los hermanos Francisco y Felipe Llano.

Tras recorrer buena parte de los barrios del pueblo, la comitiva regresó a la capilla y la despedida del santo hasta el año venidero coincidió con la suelta de 60 docenas de voladores. La mañana se daba por concluida con un concierto del coro Manín, que interpretó su repertorio habitual y atendió un elevado número de peticiones del público.