Se vende paraíso en Luarca

Los Jardínes de Fonte Baixa, uno de los grandes atractivos de Luarca, están a la venta. La finca, ubicada en el núcleo de El Chano, es conocida por los vecinos como los Jardínes de Panrico en referencia a la empresa de la que fue socio fundador, su propietario, José Rivera Larraya, marqués de San Nicolás de Nora. Durante más de 20 años Rivera y su esposa, Rosa María Pardo, han puesto todo su empeño en la creación de un espacio único que abarca 11 hectáreas de terreno y reúne más de 500 especies vegetales de todo el mundo.

Un castaño de 650 años, llevado desde el pueblo de Naraval, en Tineo, un bonsái japonés de 250 años, un algarrobo al que se le atribuyen más de 1.000 años o un ginwkowiloba japonés, conocido como un árbol escudo o abanico, y que fue la única especie que resistió a las bombas de Hiroshima y Nagasaki, son sólo algunas de las reliquias que se pueden encontrar en los jardínes. A ellos se unen más de 25.000 azaleas y unas 10.000 camelias de más de 1.000 variedades diferentes y entre la que se encuentra catalagoda una de las más antiguas de Europa.

El conjunto reúne más de cincuenta fincas compradas en los años noventa a más de una treintena de dueños diferentes y en él se integran nueve miradores -con vistas a Luarca y al Cantábrico-, cinco estanques, un río y un lago cubierto de nenúfares. Todo ello salpicado con fuentes, cenadores, esculturas, antigüedades y piezas de coleccionista. Desde varias columnas dacias del siglo I, traídas desde Rumanía, a los nervios del crucero y la espadaña del campanario de una iglesia barroca, pasando por una ventana del siglo XVII procedente de un convento de clausura de Valladolid o una pila bautismal del románico catalán, que data del siglo XIII. Un auténtico paraíso que los más afortunados han podido visitar de la mano del guarda de la finca en un recorrido que abarca unos cinco kilómetros, a lo largo de tres horas.

Seis salones y siete habitaciones

La propiedad, que se encuentra disponible desde hace un par de meses, sale a la venta en 8,9 millones de euros, en los que se incluye la vivienda de la finca, de más de 1.000 metros cuadrados construidos.

Se trata de un edificio de tres plantas con amplios ventanales y acabados en madera noble, mármol y cerámica. Cuenta con 6 salones -el principal de nada menos que 100 metros cuadrados- y 7 dormitorios, todos con baño incorporado, además de comedor, biblioteca y vivienda del servicio, entre otras estancias.