Muere un gijonés en el puerto de San Isidro al caer una piedra sobre su coche

Fue una fatalidad. El vehículo, un Audi A4 familiar, descendía el Puerto de San Isidro, en Aller. Transitaba al lado de un muro de unos tres metros de altura para la contención de argayos, frecuentes en esta zona. Y, de repente, desde lo más alto, se desprendió una roca, «un poco mayor que un balón de baloncesto». La piedra cogió velocidad con la pendiente y 'saltó' al chocar con la pared protectora junto a la calzada. Ahí cogió una trayectoria casi vertical y cayó violentamente sobre el turismo en la parte del conductor. El golpe fue brutal y quien ocupaba ese asiento, José Luis Fernández -vecino de Gijón de sesenta años-, falleció en el acto.

El siniestro, añadía la Guardia Civil, ocurrió poco antes de once de la mañana de ayer en la carretera regional AS-253. La víctima, vinculada profesionalmente al sector de la industria farmacéutica, iba acompañada de dos amigos, que resultaron ilesos. Los tres amigos iban, en un primer momento, en sentido ascendente en el puerto. Sin embargo, la persistente niebla que cubría la cumbre durante toda la mañana de ayer les llevó a cambiar de opinión e iniciaron el descenso por la misma carretera.

El desprendimiento de la roca se produjo en el punto kilométrico 16, cerca del núcleo Cuevas y poco antes de llegar a la población de Felechosa (en sentido a Moreda). Los servicios sanitarios desplazados hasta el lugar, equipo médico de la UVI-móvil de Mieres y de Atención Primaria de Cabañaquinta solo pudieron confirmar el fallecimiento del gijonés.

Nada pudo hacer el conductor por evitar el impacto, apuntaban quienes participaron en el rescate del cuerpo. Pese al fuerte golpe, el coche no se salió de la trazada ni implicó a más vehículos.

La Guardia Civil se hizo cargo de los trámites para proceder al levantamiento del cadáver. Hasta el lugar se desplazó también una dotación de Bomberos del SEPA (Servicio de Emergencias del Principado de Asturias) con base en el parque mierense que, tras recibir la correspondiente autorización, sacó los restos mortales del fallecido del interior del turismo.

La sala del 112 del SEPA movilizó otra dotación de bomberos del parque de La Morgal, en previsión de que fuesen necesarios sus servicios ya que, debido a la mala cobertura, no se había podido concretar el tamaño de la piedra. Además, se activó el helicóptero medicalizado que, debido a la intensa niebla, tuvo que regresar a base, desde El Padrún, al resultarle imposible llegar al lugar. A las 11.12 horas se logró contactar con quien había dado el aviso, quien detalló que la piedra no era muy grande. Hasta el lugar se desplazó también el jefe de Zona Centro, que a las 12.48 horas confirmó que los bomberos ya habían recuperado del interior el cadáver.