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PEPE G.-PUMARINO
Miércoles, 15 de marzo 2017, 00:09
«Tuvo mala suerte. De no estar ese poste de la luz, solo tendría fracturas». Palabras de Nicanor Fernández Loza, padre del motorista fallecido anteayer en accidente a la altura de Bañugues, que buscaba explicar así el infortunio de su hijo. Y es que Claudio se dirigía a la casa que su familia tiene en el núcleo de Balbín, en el extrarradio de Luanco, cuando se produjo el trágico suceso que conmovió a toda la comunidad vecinal de Candás, su pueblo natal, donde era muy conocido.
Ayer, desde primeras horas de la mañana, cientos de personas, amigos y compañeros, acudieron hasta el tanatorio Las Arenas de Luanco, para trasladar a sus familiares sus condolencias. A las muestras se sumó la alcaldesa de Carreño, Amelia Fernández, quien en nombre de toda la Corporación y el suyo propio lamentó profundamente el faltal desenlace, a la vez que trasladó todo el apoyo de la institución «en unos momentos tan delicados», dijo.
Claudio Fernández Fernández, de 44 años, era soltero y empleado de la fábrica de cementos de Tudela Veguín en Aboño. Aficionado a las motos y a la práctica del parapente, gozaba de gran popularidad entre sus amigos y compañeros. De hecho, tenía el proyecto de un viaje a los Alpes para hacer una ruta en moto durante este próximo verano.
Según el testimonio de sus más allegados, la desgracia se produjo curiosamente cerca de donde había nacido su madre María Rosa, en la parroquia gozoniega de Santa Eulalia. El funeral se celebrará hoy, a las 12 horas, en la iglesia de San Félix de Candás.
La ceremonia será cantada por la Coral Aires de Candás, de la que su padre es componente. También intervendrán otras agrupaciones como el coro El Nordeste.
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