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Paloma Gómez Borrero, periodista especializada en información religiosa.
«Sería absurdo romper el Concordato»

«Sería absurdo romper el Concordato»

PEPE PUMARINO

Viernes, 18 de marzo 2016, 00:28

Su nombre ya predispone a hablar de temas de la Iglesia, como si la Paloma que precede a sus apellidos fuese la encarnación en la Tierra del mismísimo Espíritu Santo. Por eso, no se puede decir que a nadie le extrañe que Paloma Gómez Borrero (Madrid, 1934) sea pregonera de una Semana Santa. Esta tarde, suyo será ese honor en Candás, tras la misa de siete y media, se calcula que a eso de las ocho. La periodista española que mejor conoce el Vaticano charló ayer animadamente durante unos minutos con EL COMERCIO.

-Su invitación a leer el pregón en Candás responde a su amistad con la escritora María Teresa Álvarez ...

-La conozco desde hace mucho tiempo.Primero de Television Española para la serie histórica de mujeres. Ahora no transcurre un año que no se pase un mes en Roma.

-¿Conoce Candás?

-Solo por María Teresa. Pero conozco Asturias y especialmente Cudillero, el lugar más bonito del mundo.

-¿Qué dirá entonces en su pregón?

-Hablaré de la Semana Santa romana que es la que de verdad conozco, tratando de engarzarla en los actos de Candás. Relataré algunas anécdotas ligadas a la celebración y al Papa Juan Pablo II.

-De todos los papas que conoció ¿cuál fue el que le dejó una huella más profunda?

-Sin duda Juan Pablo II. Cuando conoces a una persona durante 27 años y medio y viajas en el avión del Papa, le sigues más. Pero Benedicto XVI, pese a sus poquísimos años de Papa, ha tenido el valor y la humildad de renunciar viendo que no tenía fuerzas para hacer una reforma y llevar adelante la Iglesia en un momento difícil.

-De actual Papa, ¿de verdad que caminó de su mano por Roma?

-[Risas]. Lo conocí cuando era cardenal. Comí una vez al lado de él.

-Sí pero escuché en una entrevista suya que comía muy mal...

-Comía poquito. En Santa Marta que es donde él vive, yo estaba invitada por uno de los monseñores que residen. Se sentó muy cerquita de mí en el comedor y yo de reojo le miraba y él también lo hacía. Fue muy parco en su comida, que era una ensalada. También advertí que le dolía la espalda por la manera de sentarse, en una silla muy dura.

-¿Cree que conseguirá los objetivos reformistas?

-Espero que sí. Ha puesto ocho cardenales para ayudarle y llevan mucho tiempo emprendiendo la reforma de la curia que no es fácil.

-¿Cree que podría haber algún cambio en el futuro del papel de la mujer en la iglesia?

-Pienso que cada vez tenemos más peso y más importancia. Ahora, si lo que se pretende que la mujer sea sacerdote, ya dijo el Papa Francisco que no. También pidió en numerosas ocasiones que se considerase el trabajo de la mujer en casa. Y que se pagara. A mí me saca de tino que a una mujer ama de casa que se hace cargo de todas las labores, su marido le diga que no trabaja. Trabaja más que el hombre, y sin un sueldo.

-¿Cree que España debe denunciar el Concordato?

-Me parece que es la cosa más absurda e increíble que he oído. Existen países que no son católicos y tienen concordato con la Santa Sede que es un Estado de importancia a nivel mundial como ningún otro. Está en los cinco continentes con 1.500 millones de personas y quieren romper un concordato cuando la mayoría del pueblo español se declara católico.

-La pederastia se convirtió en el azote de la iglesia.

-Este problema lo condenó abiertamente más que ninguno Benedicto XVI en el avión que lo llevó a América: lo definió como 'crimen atroz'. El sacerdote y hombre de la iglesia que hagas eso, que se ponga una piedra en el cuello y se tire al mar. Hacer eso con un niño es lo más espantoso que se puede imaginar. El Papa pidió perdón en nombre de la Iglesia y dijo tolerancia cero, transparencia total y que se sienten en el banquillo de los acusados en la tierra porque se tendrá que sentar en el del cielo. Fue durísimo con ello.

-¿Cree que autorizar el matrimonio a los sacerdotes pondría algún remedio?

-No lo creo. No tiene nada que ver. En la Iglesia no se dan muchos más casos de pederastia que fuera de la Iglesia. Existen en el seno de muchas familias y hay muchísimos pederastas que están casados, lo que demuestra que no es esa la razón de estas conductas aberrantes en la naturaleza de un hombre.

-Tiene editado un libro sobre la pasta italiana, pero ¿cuál su plato estrella?

-Se vende muchísimo. Los que me salen bien y me encantan, aunque no soy una buena cocinera, son los espaguetis a la pobrecita. Se cuece la pasta con mucha agua, con mimo. En una sartén se añade un buen aceite con mucho ajo muy picado, una guindilla y tomate frito. A este sofrito se vuelcan los espaguetis y ya está. Está tan rico que dejan lejos incluso a las angulas.

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