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ELENA RODRÍGUEZ
Lunes, 13 de octubre 2014, 00:57
Una cuadrilla de cazadores encontró ayer, a las diez de la mañana, el cadáver de un hombre en muy avanzado estado de descomposición en la parroquia maliaya de Carda. El grupo, que iba con perros, descubrió el cuerpo en las proximidades de Abeu de Arriba, a la altura del kilómetro 2 de la carretera AS-330, en un área muy boscosa. Nada más percatarse, dio aviso a la Policía Local de Villaviciosa y a la Guardia Civil, que de inmediato movilizó una patrulla.
Junto a los restos no había documentación alguna. No obstante, desde el primer momento se descartó que fuera vecino del municipio, pues nadie había puesto denuncia por desaparición y, por tanto, no había búsqueda alguna en marcha. Se cree que era un transeúnte, ya que junto a él aparecieron dos mochilas, y de mediana edad, con melena. También se encontró un chándal azul. Las primeras pesquisas apuntan a que, efectivamente, podría tratarse de un vagabundo que, según los vecinos, llegó a Villaviciosa en una excursión procedente de Madrid para visitar una granja avícola próxima y se quedó. Atendiendo también al testimonio de los residentes, merodeaba por la zona hurtando comida y algunos enseres, se resguardaba en un tendejón de uralita y, junto al lugar donde apareció el cadáver, había restos de una hoguera.
Los datos aportados por los vecinos -el lugar donde se cobijaba y la granja avícola- resultarán claves para tratar de esclarecer la identidad del hombre. De momento, el cuerpo, irreconocible, fue trasladado ayer al Instituto de Medicina Legal de Oviedo y la autopsia se realizará hoy. Se calcula que podría llevar entre dos y tres meses muerto.
A expensas de las conclusiones, se descarta que fuera una muerte violenta, que fuera agredido por otra persona. Las primeras pesquisas apuntan a que, supuestamente, pudo quitarse la vida, ya que se encontró una cuerda suspendida en un árbol. En la zona quedan vestigios de una charca artificial, con una lancha o patín de pedales, y una parrilla o merendero. El suceso se fue conociendo en la capital maliaya a medida que fue avanzando la mañana. La Guardia Civil celebraba el día de su patrona, la Virgen del Pilar, con una misa al mediodía y, a su término, al ver que algunos agentes habían tenido que ausentarse para salir en patrulla, se enteraban de la triste noticia. A la ceremonia religiosa había acudido el alcalde del concejo, José Manuel Felgueres, quien recibía información puntual de la investigación por parte de los agentes.
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