Los puntos más críticos de la N-632 en Arroes

Tiene un tráfico que supera los 2.000 vehículos diarios, da servicio a la zona más poblada de Villaviciosa y es, según varios estudios, uno de los tramos de carretera más peligrosos del país. La seguridad de la N-632 en el tramo correspondiente a la parroquia de Arroes es una de las principales preocupaciones vecinales desde hace años. Y los últimos accidentes ocurridos en la zona han vuelto a ponerlo de manifiesto.

Sin ir más lejos, el jueves por la noche, un vehículo colisionó contra el quitamiedos en Puente Arroes, una de las curvas más conflictivas del trazado. El conductor, que salió ileso, se unió a la larga lista de accidentados que acumula la carretera.

Hasta el año pasado, la mayoría de los percances tenían lugar en el mismo punto: el kilómetro 56. Tras las protestas vecinales y las reiteradas salidas de vía, día sí, día también, el Ministerio de Fomento renovó en septiembre parte del pavimento e instaló señales que advierten del peligro y que limitan la velocidad. Los accidentes se redujeron, pero se trasladaron al kilómetro 57, donde el pasado mes de mayo falleció un motorista gijonés. Cuatro días más tarde, el turismo de un vecino de la zona quedaba colgando del quitamiedos.

Tampoco se libra de figurar en el ránking de peligrosidad la curva de Mataoveya, una de las más cerradas independientemente del sentido de la circulación de los vehículos.

Los usuarios definen la vía como «sinuosa, húmeda, sin arcén y con poca visibilidad». San Justo, Castiello de La Marina, Arroes, Peón, Candanal, San Miguel de Arroes, Quintes y Quintueles son las parroquias más afectadas por el problema de seguridad vial.

Y las cosas se agravan si tenemos en cuenta que la nacional 632 es paso obligado para acudir al médico, por ejemplo.

Además, por su proximidad, los vecinos se desplazan habitualmente a Gijón por trabajo, estudios u ocio y la única opción es circular por la vía para incorporarse a la autovía, bien en Villaviciosa o en Quintes.