Javier Tato dimite como presidente de la Sociedad de Festejos de Sama

Javier García Tato anunció ayer su dimisión como presidente la Asociación Cultural y de Festejos Santiago de Sama de Langreo. Y lo hace en un momento en el que la entidad se encuentra en una situación límite, con sus cuentas bancarias y su sede embargadas y con los acreedores reclamando deudas de miles de euros -los cálculos de algunos socios aseguran que superan los 200.000-. El ya exresponsable de la sociedad se marcha, además, amenazando: «Emprenderé las acciones legales que considere oportunas con el objeto de defender mi honor y credibilidad».

Tato explica que, «tras esta larga andadura, he tratado de sortear los obstáculos que se fueron presentando en el camino, algo que no siempre fui capaz de conseguir. De todos modos, Sama fue testigo de excepción en sus Fiestas de Santiago, así como en el resto de eventos organizados durante todo este tiempo, con un gran éxito de público y participación». Continúa explicado que, «como suele suceder habitualmente en estos casos, muchas personas se encuentran en su derecho de pensar que las cosas podían haberse hecho de otra manera, algo en lo que coincido». «Por este motivo, a partir de ahora dejaré paso a aquellos socios que decidan asumir responsabilidades», agrega.

Detonante

Para el ya expresidente, la causa fundamental que ha propiciado su marcha fueron los hechos acaecidos en la junta general extraordinaria celebrada el 20 de octubre. «Se constituyó una comisión de control de cuentas formada por cinco socios, sin ningún tipo de validez legal», dice. Entiende que fue forzada por «quienes pretenden atribuir sus conclusiones, faltas de los más mínimos conocimientos contables, a mi gestión. Algo que no voy a aceptar».

La sede fue embargada para hacer frente a una deuda de 70.750 euros con la empresa de representaciones Antonio 33 por impago de las actuaciones musicales de las fiestas de 2013. Este embargo podría ser insuficiente para abordar el desembolso, puesto que hay que sumar otros gastos judiciales. Se estima que la sede vale unos 50.000 euros. Tato no reconoce la deuda, pues asegura que el contrato no ha sido firmado por él.

La sociedad tiene pendiente una cita en los tribunales el 9 de diciembre para defenderse de la petición de la empresa Asturcón, que pide 49.000 euros por la actuación de Manu Tenorio en 2012. El concierto no se llevó a término por fallos de sonido.