Secciones
Servicios
Destacamos
LAURA MAYORDOMO
GIJÓN.
Jueves, 19 de octubre 2017, 00:30
El cáncer de mama sigue siendo el más habitual entre las mujeres asturianas. Las estadísticas dicen que una de cada ocho desarrollará la enfermedad. Los casos han experimentado un «leve incremento» en el Principado en los últimos años. Un aumento que fuentes de la Consejería de Sanidad relacionan con «los cambios en el patrón reproductivo». Es decir, con el retraso de la maternidad y la disminución del número de hijos. La buena noticia es que, ahora, cuando se detectan, la mayor parte de los tumores de mama se encuentran en fases más precoces, lo que favorece un mejor pronóstico, un tratamiento menos agresivo y una mayor probabilidad de supervivencia. «En ese sentido se notó un cambio radical. Si antes la mayoría de los tumores se detectaban en un estadío 2 y 3, ahora casi todos los que se detectan se encuentran en el 1 o 2», constata Roberto Fernández, oncólogo del Hospital de Cabueñes. En la actualidad, el 80% de las mujeres sobrevive a los cinco años del diagnóstico y el 60% lo hace una década después. Con todo, unas 200 mujeres fallecen al año en la región por esta causa.
En Asturias se detectan anualmente unos 600 nuevos casos de cáncer de mama. Pueden parecer muchos, pero estamos «a la cola de Europa», asegura Sanidad. También se han dado casos entre hombres, en los que esta patología está considerada una enfermedad rara por su bajísima incidencia (un 1% del total).
Según los últimos estudios, las mujeres a las que se les detecta cáncer de mama tras realizarse una mamografía tienen un 27% más de posibilidades de que el tumor se encuentre en una fase temprana y no haya causado afectación ganglionar. En el Área Sanitaria IV (Oviedo), estas pruebas se realizan en el Monte Naranco, donde cada año se hacen unas 12.700 mamografías. En el Área Sanitaria V (Gijón), el programa de cribado lo desarrolla el hospital concertado de Cruz Roja, que ve al año a unas 15.000 mujeres. En ambos casos, el número de positivos ronda los 60. Cuando esto ocurre, las mujeres son derivadas al HUCA y al hospital de Cabueñes, respectivamente. En este último, el porcentaje de cirugías conservadoras de la glándula mamaria alcanza al 70%, cifra que en el Hospital Central ronda el 65%.
El departamento que dirige Francisco del Busto recuerda que la medida más eficaz para la detección temprana de la enfermedad es participar en el programa de cribado, al que cada año llama a participar a 65.000 mujeres de 50 a 69 años. Porque la incidencia es mayor precisamente en esas edades. De hecho, más de la mitad de los 600 casos que se diagnostican al año en la región corresponden a mujeres mayores de 60 años. «Es algo que no ha variado», señala Roberto Fernández, partidario, como la también oncóloga del HUCA Isabel Palacio de mantener el inicio del programa de cribado en los 50 años.
Ambos coinciden en que lo que sí ha cambiado, y mucho, es el tratamiento de la enfermedad -«el actual se parece muy poco al que se hacía en 1999»-, gracias a la investigación de nuevas terapias. Así, por ejemplo, «se ha desarrollado mucho la terapia anti HER-2», un oncogen presente en un 20% de los tumores que, precisamente, eran casos que tenían muy mal pronóstico debido a su mayor agresividad. «Ahora, en cambio, tenemos un arsenal de terapias para este grupo de enfermas muy enriquecido», señala Isabel Palacio. Unos tratamientos que «han supuesto una supervivencia hasta entonces desconocida», apunta Roberto Fernández.
También se ha avanzado de forma notable en los últimos años en el abordaje de los tumores hormonodependientes, que suponen un porcentaje muy importante, más de la mitad de los casos.
«Los avances se producen primero en los casos de enfermedad avanzada, metastásica y, cuando se ve que contribuyen de una forma considerable a mejorar los resultados se trasladan al tratamiento preventivo, el que se da después de la cirugía. Ahora estamos en esa fase, en la del traslado a las situaciones más precoces», expone la oncóloga del Hospital Central, que señala que el objetivo debe ser «que las pacientes recuperen cuanto antes su vida».
En el Día contra el Cáncer de Mama, ambos sanitarios señalan que las expectativas son «bastante optimistas». «Hay que lanzar un mensaje de esperanza. Que las mujeres sepan que hoy en día la mayor parte de las pacientes se curan. Y que aspiramos a curar más y con unos tratamientos más tolerables y amables», destaca Roberto Fernández.
Con actos repartidos por todo el Principado hasta el fin de semana, la junta provincial de Asturias de la Asociación Española de Lucha contra el Cáncer (AECC) -que suma cerca de 5.000 socios en la región- quiere llamar la atención sobre la importancia de la prevención, porque «gracias a la detección precoz, muchos casos se cogen a tiempo y casi el 80% se curan», destaca su presidenta, Margarita Fuente. También es su intención hacer llegar a las pacientes el mensaje de que «no están solas ante la enfermedad». Y una reivindicación: «La investigación no puede parar. Se ha avanzado mucho, pero aún hay mucho trabajo por hacer».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.