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LAURA FONSECA
Domingo, 8 de enero 2017, 01:22
Acabar con las demoras de hasta cuatro años que hay en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) para una cirugía bariátrica (reducción de estómago) no será posible hasta, al menos, el año 2019. Operar a los trescientos pacientes con obesidad mórbida que ahora mismo están en lista de espera en La Cadellada (único hospital público que practica estas operaciones), exigirá entre dos años y tres años de trabajo. Así lo señalan diversas fuentes sanitarias consultadas, que detallan que para depurar el histórico de la lista de espera en dos años habría que realizar cinco operaciones a la semana frente a las dos de la actualidad, además de mantener el actual ritmo de entrada en lista de espera (tres pacientes semanales).
El Servicio de Salud del Principado (Sespa), a petición de los profesionales de Cirugía General del HUCA, que llevan tiempo reclamando una solución ante la saturación que padecen en los procesos de reducción de estómago, barajaba la opción de abrir una segunda unidad en otro hospital. La idea inicial era Cabueñes, en Gijón, pero el proyecto de reforma y ampliación en el que se encuentra inmerso el hospital del Área V supone un importante hándicap. El Sespa debería esperar a que Cabueñes finalizara la primera fase de la obra, lo que le situaría, con suerte, en el horizonte de 2020 o 2021. En total, un lustro, demasiado tiempo para unos pacientes que, como la fallecida Amaresh Fernández, llegan a acumular cinco y más años de espera para una reducción de estómago que les permita paliar sus problemas de obesidad. El resto de hospitales de Asturias no podrían iniciar un programa de cirugía bariátrica, ya que carecen de UVI, por lo que solo quedaría como posibilidad el Hospital San Agustín, de Avilés.
Cualquiera de las opciones, si es que el Sespa se aviene a tomar cartas en el asunto (de momento ningún responsable sanitario se ha pronunciados sobre este asunto), no sería inmediata. Montar una nueva unidad requeriría entre uno y dos años, según precisaron diversas fuentes sanitarias.
Formarse en la realización de operaciones de reducción de estómago lleva tiempo. Para convertirse en cirujano especialista hace falta haber realizado al menos un centenar de cirugías tuteladas. El pasado jueves, el jefe de Cirugía General del HUCA, Lino Vázquez, advertía del notable aumento de la demanda asistencial vinculada a procesos de obesidad, una dolencia que dispara a su vez los factores de riesgo de problemas cardiovasculares, entre otros muchos trastornos de salud. Según este cirujano, las derivaciones de pacientes susceptibles de una cirugía bariátrica se han incrementado de forma apabullante. Un estudio que la Sociedad Española de Cardiología dio a conocer en 2016 pintaba un panorama preocupante sobre la obesidad en España. Según esta entidad, el 40% de la población española tiene sobrepeso y el 21% es directamente obesa. Asturias, para colmo, es la comunidad con peores resultados. Tenemos un 25,7% de obesidad alta y un 40% de sobrepeso.
No es un problema estético
La cirugía bariátrica está aconsejada para personas que sufren obesidad mórbida y que arrastran un importante historial de fracasos en tratamientos previos para perder peso. La Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad Mórbida y de las Enfermedades Metabólicas (SECO) aclara que «no es una cirugía estética» y que al igual que «otros tratamientos para la obesidad, requiere de cambios en el estilo de vida y de mantener dietas saludables para garantizar resultados a medio y largo plazo exitosos».
Las cirugías que se realizan buscan dos tipos de objetivos: reducir la ingesta, o bien, reducir la capacidad de absorción. Esto hace que haya técnicas restrictivas, malabsortivas o mixtas si combinan los dos tipos de procedimientos. El riesgo que conlleva este tipo de operaciones «es menor en comparación al que se enfrenta el paciente si sigue con el problema de obesidad», precisa Lino Vázquez. La técnica se realiza por laparoscopia y puede durar entre una y cuatro horas. En el HUCA, la cirugía tiene una mortalidad de apenas un 0,3%.
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