«Estamos hartos de ser asturianos de tercera», dice el alcalde de Caso

Es del mismo partido que gobierna el Principado. Pero no por ello suaviza su mensaje. El alcalde de Caso, Tomás Cueria, mostraba ayer su malestar a EL COMERCIO por una situación enquistada que podía haberse resuelto gracias al paso de la Vuelta Ciclista a España. Sin embargo, ni así ha llegado un céntimo adicional para reparar el maltrecho puerto de Tarna. «Estamos hartos de ser asturianos de tercera», sentencia el regidor. No es cuestión de partidos políticos, aclara, sino «de toda la Junta General del Principado», pues «ha habido diferentes gobiernos y diferentes alcaldes y nadie ha hecho nada».

Cueria recuerda que su concejo abastece de agua potable con sus embalses (Tanes y Rioseco) a un elevado porcentaje de la población asturiana. Sin embargo, ese servicio público «no recibe contraprestación alguna de nada ni de nadie». «Estamos sumidos en el olvido», reitera el alcalde casín, quien veía en la novena etapa de la Vuelta Ciclista a España una oportunidad de oro para que Tarna pasase a figurar entre las prioridades del Ejecutivo regional presidido por el socialista Javier Fernández. El asfaltado del puerto habría propiciado la mejora de «una infraestructura básica de comunicación con la Meseta» y, al mismo tiempo, resalta, «poner al concejo de Caso y al Parque Natural de Redes en el escaparate de toda España». Sin embargo, ni habrá inversión ni habrá proyección turística, algo a lo que no se acaba de resignar.

También Caso-Infiesto

El alcalde socialista recuerda que en las últimas fechas ha habido movilizaciones, las últimas de IU, del PP y de los propios vecinos, con una manifestación a pie de puerto a la altura de Campo de Caso en su intersección con la AS-117. Insiste en este sentido en que no mira la prioridad de Tarna desde un color político, sino como un representante de unos vecinos «que se merecen un respeto, en lugar de ser tratados como un lugar marginal».

Al caso de Tarna suma el regidor el de la carretera de Campo de Caso a Infiesto, «donde tampoco se ha realizado un mínimo mantenimiento en los últimos veinte años». Por contra, a los 45 kilómetros de ramificaciones hacia los pueblos de titularidad municipal, indica, «les damos un mantenimiento digno y razonable».