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LAURA FONSECA
Viernes, 11 de marzo 2016, 02:48
La sanidad asturiana se enfrenta a su futuro más incierto. Tanto que, según vaticinan los sindicatos del sector, de seguir por el camino de los recortes como parece obligar la situación de prórroga presupuestaria, «habrá centros de salud y otros dispositivos que se verán abocados al cierre». Este es el duro análisis que realizan las principales centrales sindicales apenas un día después de que el Gobierno regional admitiera que la política en materia de salud está siendo la gran damnificada por la prórroga presupuestaria. La imposibilidad de disponer de 157 millones de euros, que es el incremento que la Consejería de Sanidad había contemplado para el año en curso en los presupuestos que luego fueron tumbados por la oposición en la Junta, complica mucho las cosas. Así lo reveló el propio consejero de Sanidad, Francisco del Busto, en una respuesta parlamentaria al portavoz de IU, Gaspar Llamazares, cuyo contenido fue adelantado por EL COMERCIO.
En este escrito, el titular de Sanidad admite que el sistema de salud ya se está resintiendo por el ajuste presupuestario y habla de serias dificultades para poder llevar a cabo políticas tan cruciales como el plan estructural para reducir las listas de espera, la sustitución de personal en centros de salud y hospitales, o la convocatoria de la primera oferta pública de empleo de los ocho últimos años. La pretensión de Sanidad era disponer en 2016 de un total de 1.649 millones de euros. Con ese dinero, que conllevaba un aumento de 157 millones con respecto a 2015, se había comprometido a convocar una OPE de 500 plazas públicas y a aplicar una tasa de reposición del 100% en todas las categorías. También preveía volver a pagar la carrera profesional (primer tramo), devolver los días adicionales de libre disposición y vacaciones comprometidas para 2016 (lo que obliga a contratar personal para cubrir esas bajas) y concluir el traslado de enfermería, entre otras muchas cosas que incluían, a su vez, el pago de los nuevos y costosos tratamientos contra la hepatitis C.
14.056 fijos y 712 eventuales
Sin embargo, los prorrogados 1.492 millones de euros de Sanidad -de los que 1.460 corresponden en exclusiva al Sespa- no darán para todo eso. Habrá que ajustarse el cinturón y tal parece que buena parte del ajuste saldrá del capítulo de personal, que representa el 50% de la tarta sanitaria.
Los sindicatos han hecho ya sus propios cálculos: «Sin sustituciones habrá centros de salud, consultorios periféricos y consultas que tendrán que cerrar ya que no habrá personal para poder mantenerlos en funcionamiento». Lo asegura Javier Alberdi, facultativo de familia y presidente del Sindicato Médico (Simpa), quien cree que «el futuro sanitario de Asturias está en entredicho y me parece que ni el Gobierno ni la oposición son conscientes de la gravedad de la situación».
¿Y cuál es la situación? A fecha de hoy, el Sespa tiene en plantilla a 14.056 profesionales, a los que hay que sumar otros 712 eventuales de larga duración. El Principado mantiene abiertos 219 puntos de Atención Primaria (69 centros de salud, 116 consultorios periféricos y 34 consultorios locales), además de 2.762 camas hospitalarias y 85 quirófanos.
En los últimos seis años, los recortes han sido «de órdago». El sindicato CC OO los ha cifrado y estima que la sanidad pública asturiana «perdió casi mil puestos de trabajo desde 2010», indica Alejandro González, responsable de Sanidad en Comisiones Obreras. La mayor sangría ha correspondido a los hospitales y, en especial, al personal de enfermería, que dejó en el camino más de 300 empleos.
Pero eso no es todo, ya que en el futuro habrá todavía menos trabajadores. Según el Sindicato Médico, de aquí a 2021 se jubilarán 1.200 facultativos, 650 en centros de salud y 550 en hospitales. La merma es más que significativa, sobre todo si se la compara con la cifra de médicos ahora en la plantilla del Sespa: 3.263. Esto significa que en el próximo lustro la sanidad asturiana perderá, al menos, a casi el 40% de su personal médico. «Si no convocan con urgencia una oferta pública de empleo para lograr que los eventuales se queden en Asturias, en el futuro no tendremos médicos a los que contratar porque se habrán ido todos a otras comunidades autónomas que están siendo más listas que el Principado y están ofreciendo mejores condiciones de trabajo», advierte Alberdi.
Algunas de estas dificultades ya se están percibiendo. «Las plantillas están muy ajustadas. Las sustituciones por bajas apenas se cubren, al igual que las jubilaciones. No sé de dónde van a recortar», señala. Durante el verano «hay problemas para encontrar médicos disponibles que puedan hacer sustituciones», apunta Alejandro González. Y no es de extrañar porque, según el Simpa, muchos facultativos han emigrado ante la precariedad laboral que encuentran en Asturias y en la actualidad la bolsa de demandantes de empleo de facultativos del Sespa no llega al centenar. «Con esa cifra apenas puedes garantizar un 10% de sustituciones porque no tienes personal suficiente». Dicha central avanza un dato cuanto menos curioso: «En la región apenas hay 33 médicos en el paro», dice.
Estos ajustes «traerán consecuencias para los pacientes», señalan los sindicatos consultados. La primera será que «habrá más demoras y más lista de espera, y no solo en los hospitales, sino también en los centros de salud». En las consultas urbanas, avanza el Simpa, «ya es habitual esperar dos o tres días, por lo que la situación irá a peor». Dudan también de que se puedan erradicar las demoras quirúrgicas de más de seis meses, una situación en la que se encuentran 873 pacientes.
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