Borrar
Urgente María Calvo se impone en las elecciones de Fade y repetirá mandato
Un cormorán seca su plumaje en el pedrero de El Rinconín, en Gijón.
La pesca amenaza al cormorán

La pesca amenaza al cormorán

Un estudio del biólogo David Álvarez apunta que las zonas de más riesgo para estas aves son el litoral occidental y la zona de la isla de la Deva

MARCO MENÉNDEZ

Jueves, 7 de enero 2016, 00:23

'Análisis de la mortalidad del cormorán moñudo en artes de pesca en la demarcación noratlántica' es un completo estudio elaborado por el investigador y doctor en biología asturiano David Álvarez en el que se analiza la situación de esta mítica ave costera y cuyos resultados apuntan a algo sorprendente: las capturas accidentales en artes de pesca son en gran parte responsables de la pérdida del 40% de la población de estos animales en Asturias en tal solo diez años, colocándolos en unos números que se podrían considerar como de especie en peligro de extinción.

El último censo elaborado data del año 2007, cuando había 235 parejas en las costas del Principado. El estudio de David Álvarez indica que la distribución del cormorán moñudo en Asturias está muy condicionada por la topografía. En la costa occidental se concentra el 80% de la población reproductora, mientras que en la oriental hay colonias de poco tamaño, en ocasiones de solo una o dos parejas. Según datos de 2015, la flota pesquera asturiana está formada por 267 barcos, de los que 203 se dedican a la pesca con artes menores, es decir, faenan cerca de la costa con artes como palangres, trasmallos, miños, redes de cerco y nasas. También hay que tener en cuenta que la mayor parte de la flota está concentrada al oeste del cabo de Peñas, entrando en colisión directa con los cormoranes.

El riesgo del enmalle

Los datos son claros. Durante el periodo investigado, se confirmó «la muerte de 73 cormoranes en aguas asturianas, de los cuales 36 estaban anillados. La causa más común de muerte es la captura accidental en aparejos de pesca», explica el estudio de David Álvarez. En concreto, el 51% de las aves muertas lo hicieron enmallados, especialmente por palangres. Un aspecto que resalta este biólogo es que solo seis cormoranes moñudos murieron petroleados tras la marea negra del 'Prestige' en la costa asturiana. Igualmente escasa fue la incidencia por ataques de visones americanos, que por el contrario tuvo gran repercusión en Galicia.

El estudio diferencia los riesgos por coincidencias de zonas en las que hay poblaciones de cormoranes y presencia de aparejos de pesca. Hay riesgo muy alto para estas aves en el tramo entre Tapia y Navia, donde a veces los aparejos están a menos de diez metros de las colonias de aves. Riesgo alto existe en los tramos entre Luarca y Cabo Busto y entre Tablizo (Valdés) y Cudillero, mientras que el riesgo es medio en la isla de la Deva (Cabo Peñas) y el tramo entre Paloverde (Ribadesella) y Vidiago (Llanes).

Picos de mortalidad

David Álvarez añade en su estudio que «al analizar mensualmente el número de aves muertas se observan dos picos de mortalidad muy evidentes, uno entre junio y septiembre, que afecta sobre todo a los cormoranes nacidos ese año, y otro a principios de año, que afecta más a los adultos». Los primeros suelen caer en trasmallos, en aguas tranquilas, mientras que los segundos también son víctimas de palangres y palangrillos.

En las conclusiones con las que termina este informe, David Álvarez apunta, entre otras cosas, que «se ha observado un incumplimiento generalizado de la legislación referente a las distancias mínimas de largado de aparejos respecto a la línea de costa», pero es que también hay conclusiones a nivel 'político'. Así, en el Principado de Asturias, el doctor en Biología explica que el plan de manejo de la especie fue aprobado en 2001 y «las medidas contempladas para la 'eliminación de los factores de riesgo que pueden amenazar la supervivencia de las colonias' no han sido aplicadas y los factores de riesgo se han agravado en los últimos años. Este plan de manejo no ha sido revisado en los 14 años que han pasado desde su aprobación, a pesar de que en el mismo se obligaba a revisarlo cada cinco años».

El principal problema es, en opinión de Álvarez, que «se corre el riesgo de que el cormorán moñudo se extinga en esta zona en un plazo medio-corto, como ya ocurrió anteriormente con otras especies de aves marinas, como el arao común o la gaviota tridáctila».

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio La pesca amenaza al cormorán