El Principado tilda de «desastre ecológico» los incendios y pedirá ayudas al Estado

Un «desastre ecológico». Así definió ayer el consejero de la Presidencia, Guillermo Martínez, la oleada de incendios forestales que desde el pasado 19 de diciembre asolaron el Principado. Ante esta «situación excepcional», fue necesario activar por segunda vez desde 2006 el plan de incendios forestales (Infopa) en su nivel 2. Y es que, según explicó Martínez, «un total de 50 municipios asturianos registraron alguna incidencia desde que empezó la crisis».

A última hora de ayer quedaban en la región nueve incendios controlados, si bien el de La Roza (Parres), donde el pasado 22 de marzo se estrelló un helicóptero, falleciendo el piloto, presentó problemas al reproducirse. Trabajaron en la zona efectivos de Bomberos de Asturias, una empresa forestal, un agente de Medio Natural, los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y un helicóptero.

También fue necesario refrigerar el incendio humeante de Sueiro, en Tapia, así como los de Villarmarzo (El Franco), Loza (Coaña), Santianes (Ribadesella), Rozada de Bazuelo (Mieres), Bandujo (Proaza), Mirallo de Arriba (Tineo) y Cerracín (Caravia).

La mejoría de las condiciones meteorológicas en el día de ayer y el hecho de que se hayan extinguido la mayoría de los focos motivó la decisión de que los efectivos de la UME regresen hoy mismo a sus bases en León y Madrid. No obstante, el Infopa se mantendrá en su nivel 2.

Según explicó Guillermo Martínez, se ha iniciado una ronda de contactos con la Delegación del Gobierno en Asturias y la Federación Asturiana de Concejos para solicitar al Estado una línea de ayudas para aquellos vecinos que han sufrido pérdidas debido a los incendios. El consejero explicó, por ejemplo, que «por la destrucción de una vivienda hay una ayuda máxima de 15.120 euros». De cualquier modo, antes será necesario conocer todos los daños que se han producido en las propiedades. Una vez dado ese paso, hay un plazo de dos meses para iniciar los trámites y solicitar las ayudas.

Ayer mismo ya se celebró la primera de esas reuniones, en la que se acordó que, una vez finalizada la situación de emergencia, se concretarán los concejos y superficies afectadas, así como la valoración de los daños.

Esta es la única posibilidad de ayudas que tienen los perjudicados por las llamas, ya que el consejero indicó que acudir a subvenciones europeas «es muy difícil. Ya se exploró esa posibilidad con motivo de los daños por los últimos temporales marítimos y para que la Unión Europea dé ayudas tiene que haber una destrucción muy importante. En este caso, no se va a llegar a eso».

Sin datos

Guillermo Martínez explicó que todavía no hay «datos cerrados» sobre las hectáreas afectadas por los últimos incendios forestales. El caso es que la labor va más lenta de lo habitual debido a que, «en muchos casos, cuando los efectivos estaban perimetrando la zona, el incendio se reactivaba y tenían que dedicarse a apagarlo». Sí ofreció, no obstante, algunos datos. Como que en el siniestro de El Franco se vieron afectadas 3.500 hectáreas, de las que 2.000 resultaron totalmente calcinadas.

Hasta el pasado 30 de noviembre, en la región se habían registrado 980 incendios que afectaron a 5.062 hectáreas. El peor mes del año fue julio, con 160 fuegos que quemaron un total de 1.969 hectáreas. En lo que respecta a un mes diciembre, el consejero comentó que la media es de menos de 50 incendios, por lo que «este es el peor diciembre de la serie con diferencia».

Sobre la posibilidad de que no se aplicaran correctamente las labores de prevención, como puede ser la limpieza de los montes, para evitar estos incendios, Guillermo Martínez dijo que «no creo que sea la causa principal, porque en un mes de diciembre no es habitual que haya tantos incendios. Todavía tenemos por determinar el origen de los fuegos y su propagación, está en fase de investigación» por parte de los agentes del Seprona.