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La ministra Isabel García Tejerina, con los firmantes del acuerdo del sector lácteo detrás de ella.
La leche dejará de servir como reclamo

La leche dejará de servir como reclamo

Las distribuidoras se comprometen a fijar precios estables, lo que garantiza más renta para los ganaderos

M. MENÉNDEZ / AGENCIAS

Jueves, 24 de septiembre 2015, 00:16

La ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, destacó ayer «la respuesta masiva» al acuerdo para la estabilidad y sostenibilidad del sector lácteo» por parte de los operadores de su cadena de valor, que marcará, a su juicio, «un antes y un después». El acuerdo, en el que se trabaja desde el verano el Gobierno y el sector, permitirá «unir fuerzas» entre los agentes de la cadena -distribución, industria, cooperativas y productores de leche- para «crear valor» y recalcó que sido «tan ambicioso» como el ordenamiento jurídico español ha permitido porque, como explicó García Tejerina, establecer precios mínimos es contrario a a la ley. Con todo confía en que eso se traduzca en mejores precios para todos los eslabones y, especialmente, para los que recibe el ganadero en plena crisis mundial del sector lácteo. Está por ver, no obstante, si estas medidas repercutirán en el precio para los consumidores.

Un asunto importante para la ministra es que este acuerdo, que entrará en vigor a los diez días desde su firma, establece que la distribución se compromete a dejar de utilizar la leche como producto reclamo, que tanto ha presionado hasta ahora los precios en origen a la baja.

Los representantes de Asaja, las cooperativas agroalimentarias, la patronal de la industria láctea (Fenil) y la distribución (Anged, Asedas y ACES), firmantes del acuerdo, lo calificaron de «histórico» y ven garantías de cumplimiento. El presidente del sindicato Asaja, Pedro Barato, remarcó que se trata de un acuerdo «histórico, decisivo y muy bueno». Apuntó que los acuerdos del sector lácteo anteriores -el último fue en 2009- contenían peticiones «muy pequeñas con respecto a éste» y advirtió de que «lo van a controlar y a observar solo quienes lo han firmado».

Desde las cooperativas agroalimentarias, su presidente, Ángel Villafranca, señaló que «no es un acuerdo; es el acuerdo», y es «histórico por lo que representa desde la producción hasta la distribución». Resaltó que incide en la búsqueda de la sostenibilidad para toda la cadena, en el fomento de la integración cooperativa y en una mayor transparencia para conocer los precios desde el origen hasta el consumidor final. Comienza, dice, un «nuevo ciclo».

«Punto de partida»

Por su parte, el presidente de la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados (ACES), Aurelio del Pino, explicó que las empresas distribuidoras firmantes «tendrán que mirar» a partir de ahora que las ofertas en sus lineales sobre los productos lácteos «no supongan un descrédito en el valor del producto». El nuevo texto les anima a «valorizar» la leche en las actividades comerciales que desarrollen para que los clientes «puedan apreciar» la importancia de este producto».

En un comunicado conjunto de ACES, la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas) y la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged), se destacó que el acuerdo es un «punto de partida común» para iniciar un proceso «que debe redundar en una mejora de las condiciones que permitan la sostenibilidad y competitividad de la cadena de valor».

Por su parte, el director general de la Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil), Luis Calabozo, considera que los compromisos adoptados son «muy positivos» y suponen un «punto de partida» para alcanzar la sostenibilidad de los actores de la cadena. Además, aseguró que los industriales lácteos que han firmado se comprometen a compartir con los ganaderos «todo aquello» que reporte valor.

Por su lado, los sindicatos agrarios Coag y UPA no suscribieron el acuerdo lácteo al «no garantizar el fin de la crisis del sector» y no incluir sus principales reivindicaciones como un precio sostenible para el productor y un régimen sancionador para los infractores, por lo que consideran que este acuerdo deja «desamparado» al sector productor y advierten de que las movilizaciones no están desconvocadas.

Buscar medidas

«El acuerdo no concreta ni garantiza unos precios que cubran los costes de producción, es inconcreto porque no define la sostenibilidad y deja al ganadero al pie de las decisiones de la industria y la distribución. No concreta lo que deben de cumplir industria y distribución hacia el ganadero», indicó el secretario de Organización de Coag, Andoni García. Por su parte, el secretario de Ganadería de UPA, Román Santalla, subrayó que el sector ganadero, que es estratégico en España, se encuentra «en quiebra» y hay que buscar medidas para salvarlo, por lo que ha indicado que las «movilizaciones no están desconvocadas».

También se mostró crítico el PSOE, pues el portavoz socialista de Agricultura en el Congreso, Alejandro Alonso, lamentó que este acuerdo lácteo «nazca cojo» al no garantizar el «reequilibrio» en la cadena con la introducción de unos precios mínimos asegurados que sean superiores a los costes de producción. No lo ve así el PP, ya que su portavoz en la Comisión de Agricultura en el Congreso, José Cruz Pérez Lapazarán, tildó de «lamentable» que UPA y Coag se hayan desvinculado del acuerdo. Aseguró que «no se entiende» cómo no se quieren sumar a un acuerdo con el que se intenta resolver un problema: «Allá ellos con su responsabilidad».

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