Universidad y Principado se enfrentan por el modelo de gestión de la Finba

El modelo de gestión de la Fundación para la Investigación e Innovación Biosanitaria -la conocida como Finba- y, sobre todo, la creación del que será el futuro instituto que regulará su funcionamiento está causando importantes fricciones entre la Universidad y el Principado. La institución académica, patrono de la entidad pero sin mayor peso específico, asegura «no sentirse bien representada» y ha reclamado más presencia. Fuentes universitarias señalaron que la participación de la Universidad en la Finba es condición 'sine quanon' para conseguir la ansiada acreditación ante el Instituto Carlos III, el que abre la puerta a un amplísimo abanico de ayudas y subvenciones, nacionales y europeas. Sin embargo, dicha interpretación no es compartida desde el ámbito sanitario, que entienden que la pieza clave de la Fundación es el nuevo HUCA y no la Universidad.

Ayer, el patronato de la Finba, al que por vez primera acudía el alcalde de Oviedo, Wenceslao López, celebró una reunión de carácter extraordinario con siete puntos en su orden del día. El tercero, el relativo a la modificación de los estatutos para dar lugar a la creación del Instituto de la Finba, no salió adelante. La Universidad de Oviedo, representada por la vicerrectora Paz Suárez Rendueles, advirtió de que el modelo escogido por la Consejería de Sanidad para establecer el vínculo jurídico incurre en «vicios de legalidad». Tras un tenso debate en el que intervino, entre otros, el consejero de Sanidad en funciones, Faustino Blanco, las partes acordaron darse un plazo de dos semanas para intentar llegar a un acuerdo.

En otro orden de cosas, el patronato, presidido por Blas Herrero, aprobó la incorporación en la Finba, en calidad de colaborador, del Consejo Superior de Investigación Científica (CSIC).