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Una de las resonancias magnéticas del nuevo HUCA.
La clínica privada a la que el HUCA derivó 600 resonancias rechaza leer más pruebas

La clínica privada a la que el HUCA derivó 600 resonancias rechaza leer más pruebas

e-Diagnostic devuelve a Radiología del Hospital Central cien nuevas peticiones de estudio por exceder el volumen del trabajo contratado

Laura Fonseca

Sábado, 18 de abril 2015, 03:12

El conflicto que el HUCA mantiene con el servicio de Radiodiagnóstico escribe un nuevo capítulo. Pero esta vez no es de la mano de los profesionales, enfrentados desde hace tiempo con la dirección del hospital a cuenta de la realización de resonancias sin la presencia de médico en fines de semana, sino por parte de e-Diagnostic, empresa catalana a la que el HUCA comenzó a derivar la lectura de pruebas con el fin de aligerar las demoras en La Cadellada. La clínica privada a la que el hospital ovetense remitió 600 pruebas radiológicas se niega a leer más estudios. Según pudo saber EL COMERCIO, e-Diagnostic, especializada en telerradiología, asegura que fue contratada para la lectura de 600 resonancias, ni una más. Por ese trabajo, el Servicio de Salud del Principado (Sespa) le pagará 18.000 euros. Desde hace una semana, e-Diagnostic empezó a remitir al HUCA los resultados de las primeras pruebas enviadas desde Oviedo. Así lo confirmó días atrás el propio gerente del Sespa, Tácito Suárez.

Pero este jueves se produjo algo inesperado, al menos, para el HUCA. e-Diagnostic «devolvió, sin leer, cien nuevos volantes de estudios radiológicos», confirmaron fuentes hospitalarias. La empresa argumenta que fue contratada para informar 600 resonancias, no 700 como pretende ahora el Sespa. Así las cosas, el sistema informático EOS que emplea Radiodiagnóstico y donde habían 'desaparecido' ese centenar de pruebas a la espera de que fueran informadas en Cataluña, volvieron a incorporarse al listado de informes pendientes del HUCA. Se desconoce ahora quién los leerá o si el Sespa aprobará un nuevo contrato y una nueva derivación de pruebas a la privada. El director médico del hospital, Miguel Rodríguez, aseguró hace una semana que el envio de estudios a e-Diagnostic se mantendría activo «mientras fuera necesario».

Desde el Sindicato Médico (Simpa), el responsable de Atención Especializada y delegado en el HUCA, Ángel Colmeiro, calificó lo ocurrido de «escandaloso». Y lo tildó así porque «estos hechos revelan finalmente que el coste de la lectura de cada prueba derivada a Cataluña ha sido de 30 euros, el triple de lo que habría costado hacerlo aquí, en el propio hospital». Colmeiro aseguró, además, que «cualquier clínica privada de Asturias habría cobrado entre 15 y 18 euros por informar cada una de estas resonancias, por lo que la Consejería de Sanidad del Principado debería explicar porque adjudicó el mismo trabajo a una empresa catalana, por el doble y hasta el triple de gasto».

'Peonadas' fuera de Asturias

Estas acusaciones enlanzan con las críticas hechas días atrás por el presidente del Simpa, Javier Alberdi, que culpó al consejero Faustino Blanco de «pagar 'peonadas' fuera de Asturias». El conflicto con los radiólogos del HUCA se agudizó a mediados de febrero, cuando el hospital puso en marcha el plan para reducir las listas de espera radiológicas en las que hay pacientes que llevan aguardando hasta un año por una resonancia o un TAC. Ese plan pasa por la apertura de una máquina en el viejo hospital, en El Cristo, y también por la realización de pruebas radiológicas en fines de semana en La Cadellada. El problema es que los estudios de sábado y domingo se hacen sin la presencia de médico y el resultado de la prueba, queda por tanto, pendiente de ser informada a lo largo de la semana por facultativos que no han estado presentes en su realización.

A finales de 2014, el hospital había llegado a un acuerdo con los profesionales de Radiodiagnóstico para que las resonancias fueran leídas en el propio servicio. El pacto consistía en la realización de guardias mixtas (la mitad se paga como presencial y el resto, localizada). Durante ese tiempo de trabajo extraordinario, los radiólogos se comprometían a sacar adelante la lista de espera, sobre todo, informes médicos pendientes. De esta manera se contribuía a aligerar las demoras, que en algunos casos superan el año y también a reducir el listado de pacientes que aguardan por una resonancia, que supera los 10.000. El coste por prueba leída se estimaba en unos 10 euros. El acuerdo se aplicó durante dos meses (diciembre y enero pasados) pero fue suspendido cuando llegó a oídos de la Consejería de Sanidad, que vio en este pacto una suerte de 'peonadas' encubiertas.

1.800 en La Cadellada

El Simpa estima que «por el dinero que cobró la clínica de Cataluña por esas 600 resonancias aquí sacamos 1.800». A principios de esta semana, los radiólogos propusieron a la dirección del hospital un cambio de jornada, con el fin de trabajar media hora más cada día (trabajar las hasta las 15.30 horas) a cambio de no hacer los módulos de tarde (4 horas vespertinas cada dos semanas). Se comprometían a leer unas mil resonancias más al mes entre los 24 radiólogos que trabajan en La Cadellada, una cifra que contrasta con las 380 al mes que dicen informar ahora en horario vespertino. El HUCA rechazó la oferta.

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