Los trabajadores del HUCA arremeten contra Gispasa

Los trabajadores del Hospital Universitario Central de Asturias no cejan en su empeño de denunciar las carencias del centro. Este mediodía han vuelto a concentrarse a sus puertas para protestar por los fallos y deficiencias que acumula para después recorrer parte de las instalaciones al grito de «los de Gispasa fuera de esta casa» y pedir la dimisión del consejero de Sanidad, Faustino Blanco. El HUCA, que lleva diez meses funcionando en La Cadellada, exhibe un amplio reguero de problemas que ha conseguido colmar la paciencia de sus trabajadores quienes, además, denuncian recortes.

Los trabajadores arremeten, sobre todo, contra Gispasa, la entidad que gestiona las infraestructuras sanitarias, a quien acusan directamente de muchos de los problemas.

El puntero HUCA acumula fallos y deficiencias muy llamativas para un centro hospitalario de nueva construcción, cuya ejecución y equipamiento acabó costando 500 millones de euros. El nuevo centro ha sufrido ya goteras; caos por problemas informáticos; irregularidades denunciadas ante Inspección de Trabajo, como las que afectaban al laboratorio que vertía líquidos contaminantes al exterior; deficiencas en los vestuarios y otras carencias ya imposibles de subsanar, como las largas distancias que hay que recorrer.