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Laura Fonseca
Miércoles, 11 de marzo 2015, 00:18
No ocurría desde hacía diez años, pero ayer, el HUCA tuvo que suspender operaciones por falta de sangre. A lo largo de la mañana, el hospital se vio obligado a aplazar intervenciones y también algún tratamiento hematológico, sobre todo en pacientes del grupo cero positivo (0+), el que más escasea en estos momentos. El Centro Comunitario de Sangre y Tejidos llevaba tiempo advirtiendo de que la cifra de donaciones sanguíneas estaba resultando insuficiente para atender la demanda de hemoderivados de los centros sanitarios. La situación es especialmente «crítica» en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), donde el consumo de sangre se disparó un 20% en los dos primeros meses del año, principalmente a expensas de intervenciones altamente complejas, como son las de cirugía cardíaca y algún trasplante. En ese mismo periodo, es decir, en enero y febrero, las donaciones cayeron un 5%, lo que genera un déficit que empieza a preocupar.
Los peores augurios se cumplieron ayer cuando, a primerísima hora, La Cadellada tuvo que optar por reprogramar cirugías y mandar algún paciente a su casa a la espera de que la situación mejore. «Con los enfermos cero positivo se prefirió no correr riesgos y posponer la operación hasta que haya reservas suficientes», indicaron fuentes sanitarias. Desde el propio HUCA, un portavoz reconocía que se habían suspendido algunas operaciones debido a la escasez de sangre, «pero ninguna de ellas de carácter urgente». El hospital no llegó a concretar cuántos enfermos se vieron afectados ni el número de intervenciones aplazadas, pero insistió en que «el Sespa y el Centro Comunitario están actuando de forma coordinada» para evitar que el problema vaya a más.
El Central, el más afectado
Aunque la falta de sangre es un problema que afecta a todos los hospitales, de momento solo ha sido el HUCA el que se ha visto forzado a aplazar operaciones. Asturias no afrontaba una situación así desde hace una década. Hay que retrotraerse a marzo de 2005, cuando el entonces antiguo Hospital Central y otros centros sanitarios de la región tuvieron que suspender una veintena de cirugías porque no había sangre suficiente para abastecer a los quirófanos. Precisamente, la gerente del Centro Comunitario, María García, advertía en una entrevista publicada este lunes en EL COMERCIO que la carencia de hemoderivados comenzaba a ser un asunto grave. García hacía hincapié en la necesidad de que la población y el sector sanitario se concienciaran porque, decía, «la sangre no viene puesta con la cama del hospital como si fuera un gotero».
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Precisamente, la semana pasada, la Consejería de Sanidad presentaba una nueva campaña de donación. Bajo el lema 'Que no se diga que no tienes sangre en las venas', el Principado aspira a conseguir 3.000 donantes más al año, los cuales se sumarían a los 26.000 que lo son de forma habitual. El Centro Comunitario lleva semanas solicitando a los bancos de sangre de los hospitales que se ajusten el cinturón. En especial, al HUCA, que es el centro que más bolsas consume en toda la región, tanto de hematíes para sus quirófanos como de plaquetas para tratamientos oncológicos.
Hacía más de una década que la sanidad asturiana no afrontaba una situación similar. Los quirófanos de los hospitales sufren una situación delicada, en especial el Central, que es donde se practican más intervenciones complejas, algunas de las cuales pueden llegar a consumir hasta 60 bolsas. El motivo de la escasez de sangre se debe, sobre todo, al aumento de la actividad quirúrgica, entre otras razones para reducir las listas de espera. Solo el HUCA ha consumido un 20% más en estos dos meses.
Hoy llegan 140 bolsas de fuera
Para paliar temporalmente la situación, hoy llegarán 140 bolsas de otras comunidades. No obstante, esa cifra solo permitirá afrontar las necesidades hospitalarias de un día. El Centro Comunitario confía en recuperar la normalidad al finalizar la semana.
A lo largo del pasado año, 41.234 bolsas de sangre salieron de las neveras del Centro Comunitario con destino a los quirófanos. Fue un año de récord. Nunca antes los hospitales habían demandado tantísima sangre. Sobre todo, unidades de hematíes, que son las que se destinan a auxiliar a los pacientes durante las operaciones que requieren de transfusión. Los hospitales consumieron en 2014 un 3,5% más de este material sanguíneo. En bolsas, 1.421 más. El aumento de la demanda de sangre fue de tal calibre que se llevó por delante un dato más que positivo, y es que en 2014 hubo más donaciones. Entre enero y diciembre año se contabilizaron 41.104 extracciones, un 2,5% por encima de las que había habido en 2013.
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