

Secciones
Servicios
Destacamos
Laura Fonseca
Sábado, 24 de enero 2015, 00:38
Lo venían alertando de manera insistente los trabajadores y ayer lo corroboró la dirección gerencia del Hospital Universitario Central de Asturias en una reunión que mantuvo con la Junta de Personal. El HUCA empieza a adolecer de algunos materiales, tanto médicos como sanitarios, además de lencería (ropa de cama, camisones, mantas y uniformes). A estas deficiencias se suman los fallos en el funcionamiento de los robots, que están provocando que la comida de los pacientes llegue con demoras de hasta una hora a las habitaciones. Lejos de negar todas estas dificultades, el gerente del Área IV, Manuel Matallanas, no solo tomó nota de ellas sino que «reconoció que eran ciertas y se comprometió a solucionarlas», aseguró la presidenta de la Junta de Personal, Ramona García.
La escasez de sábanas y mantas, así como de «sondas, sueros, aparatos de glucemia», denunciada por los trabajadores está originada en la decisión del Servicio de Salud (Sespa) de centralizar las compras sanitarias para toda Asturias. «Eso está complicando la gestión de material» en La Cadellada, explicaron desde la Junta de Personal. Matallanas aseguró que si a finales de mes los problemas persisten, «el hospital comprará su propio material», detalló García.
Los representantes de los trabajadores se reunieron ayer con el gerente para plantearle un amplio listado de problemas con los que se enfrentan día tras día en el nuevo hospital y también con otros «que colean del viejo complejo sanitario». En un encuentro con los medios celebrado en el atrio, donde se produjeron las goteras, los sindicatos indicaron que «en este hospital falta ropa, los robots funcionan mal, se pierden y llegan tarde y, además, existe una sobrecarga de trabajo brutal» como consecuencia de la saturación provocada por la gripe.
9 pacientes más por planta
Según la Junta de Personal, el hospital acoge estos días a una media de «nueve pacientes más por planta y sin embargo, no hubo contrataciones para afrontar ese incremento de actividad». «No somos capaces de sacar adelante todo el trabajo», apuntaban sobre todo desde el sector de enfermería, auxiliares y celadores. También existe falta de personal en cocinas, donde debería «haber 37 personas por turno y solo hay 30». Desde el hospital se aseguró ayer que la situación de presión asistencial había mejorado y que en el complejo de La Cadellada había más de 30 camas libres.
Finalmente, Matallanas se disculpó con la Junta de Personal después de que el miércoles insinuara que las inundaciones de agosto pasado podían haberse debido a un sabotaje o boicot y se comprometió «a abrir una vía de diálogo» con los trabajadores. Los sindicatos agradecieron la mano tendida.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.