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Laura Fonseca
Viernes, 9 de enero 2015, 00:36
Los hospitales de Asturias están llenos. Lograr una cama en Oviedo, Gijón, Avilés o las cuencas mineras no está resultando nada fácil. El HUCA, Cabueñes y San Agustín tienen ingresos por encima de su aforo, lo que les ha obligado a instalar camas supletorias o a reabrir plantas que mantenían cerradas. En el nuevo hospital de Mieres, donde aún se mantiene una unidad fuera de servicio, han tenido que ingresar pacientes adultos en pediatría, denunciaron los sindicatos. Por lo que respecta al Valle del Nalón, que también mantiene sus plantas con una elevada ocupación, la dirección médica se negó a facilitar datos.
El incremento desbordado de las urgencias, así como del número de personas que requieren de hospitalización por problemas respiratorios, unida a la reanudación de la actividad quirúrgica aplazada durante las fiestas navideñas, está detrás de esta saturación. Se da la circunstancia de que el colapso hospitalario tiene lugar cuando aún no ha llegado lo peor de la gripe, que todavía se encuentra en la fase epidémica algo baja. Salud Pública prevé que el pico gripal se registre a finales de mes, lo que hace pensar que la presión asistencial en los hospitales lejos de descender, seguirá subiendo.
La peor situación se registra en Cabueñes. Tal y como avanzó EL COMERCIO, en este hospital público llegó a haber el miércoles hasta 107 camas supletorias, es decir, más de 70 habitaciones con tres enfermos, lo que dificulta, y mucho, las labores de atención por parte del personal sanitario, además de suponer un inconveniente añadido en la convalecencia de los pacientes. Ayer el panorama no era mucho mejor: a primera hora, antes de que se dieran algunas altas, había 104 camas supletorias. La Junta de Personal alertó mediante una nota de prensa de que «no había camas». Muchas tuvieron que ser retiradas de las habitaciones de aislamiento o traídas del almacén del hospital para dar cabida a tanto enfermo.
Gijón contrata 4 celadores
El volumen de pacientes ingresados es el equivalente a cuatro plantas extra de hospitalización. A pesar de que el colapso se repite año tras año por estas fechas, la dirección del hospital insiste en que se trata de «una situación puntual». Así lo aseguró ayer en una reunión con los sindicatos, a los que anunció la contratación de cuatro celadores, «lo que es absolutamente insuficiente», en opinión de los trabajadores. La Junta de Personal logró, tras mucha insistencia, reunirse con la gerente a la que exigió un refuerzo de la plantilla acorde a las circunstancias. Las centrales consideran que «se necesitaría 40 enfermeras, 36 auxiliares y 6 celadores, como mínimo». Los responsables de Cabueñes están presionando a los responsable de servicio para que aceleren las altas y envíen los pacientes a casa. La gerencia adelantó a los sindicatos que se habían dado «muchas altas», aunque no confirmó el número de las mismas. La Junta de Personal alertó que «tanto los trabajadores como los pacientes estamos hartos de una situación que se repite año tras año sin que ninguna gerencia lo solucione».
En el HUCA, por su parte, la situación también es complicada. Cierto es que en La Cadellada no hay habitaciones de tres camas, en gran medida, por que no es posible físicamente al no disponer de espacio suficiente. No obstante, la dirección del hospital ha dado orden de que todas las habitaciones individuales sean reconvertidas en dobles. Fuentes sanitarias confirmaron que al mediodía el número de pacientes hospitalizados era de 906. En el Hospital Central solo había dos camas libres, las dos, supletorias. El servicio de Medicina Interna, que dispone de 80 camas en el complejo hospitalario, tenía ingresados a 140 enfermos, 60 por encima de su aforo.
Récord de Urgencias en Oviedo
Avilés también ha tenido que poner en marcha un plan 'B'. A pesar de que el miércoles la situación era de aparente normalidad, por la tarde se comenzó a notar un aumento de la presión en Urgencias que obligó a reabrir la mitad de la sexta planta. Se trata de una unidad que el San Agustín mantiene habitualmente cerrada y que suele reservar para casos de saturación. Ayer al mediodía ya estaba ocupada por completo. En Avilés, según fuentes sanitarias, el nivel de ocupación llegaba ya al 86%. El sindicato Sicepa demandó un aumento de plantilla para afrontar la sobrecarga de trabajo y criticó la demora del Servicio de Salud en afrontar este asunto.
Gijón si ha adoptado medidas excepcionales. Según pudo confirmar EL COMERCIO, ante el nivel de saturación, Cabueñes puso en marcha el plan de derivaciones al Hospital de Jove. El miércoles fueron remitidos siete enfermos y es de prever que la cifra de traslados se mantenga a lo largo de la semana. El centro concertado abrió una planta de 36 plazas que suele actuar de colchón ante estas situaciones. En Jove, ayer al mediodía había ingresados 216 pacientes.
En los hospitales de Cangas del Narcea y de Arriondas también hay elevada ocupación aunque no se llegaron a instalar camas supletorias ni a derivar enfermos a otros centros, al igual que en Jarrio, que reabrió la planta que mantuvo cerrada en las Navidades. Ayer, el 90% de sus camas estaban ocupadas. Donde también está habiendo problemas es en los servicios de Urgencias. Cabueñes llegó a registrar doce horas de demoras y el HUCA alcanzó el día 5 y noche de Reyes el récord de 364 atenciones.
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