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ELENA RODRÍGUEZ
Jueves, 8 de enero 2015, 00:16
El director general de Salud Pública, Julio Bruno, fue ayer el primer miembro del Ejecutivo regional en valorar los datos de Unicef Asturias y que revelan que en la región hay 35.000 niños en riesgo de pobreza. «Tenemos un problema y esta situación es consecuencia de la austeridad en las políticas que, aunque no esté injustificada, repercute sobre las personas. La austeridad (en velada referencia al Gobierno de Rajoy) no es lo mejor política para mantener el bienestar social», subrayó. Para Bruno, «35.000 niños en riesgo de pobreza son 35.000 problemas para el Principado» y, apuntó, que desde su dirección general se «ven con preocupación las repercusiones que la pobreza genera en la salud». Porque así lo han puesto de manifiesto la encuesta sobre salud infantil que hizo su departamento en 2010 y el estudio sobre la población gitana de 2014.
Desde su punto de vista, la mejor manera de luchar contra esta circunstancia es «mantener el nivel de los servicios públicos generales, que son los que generan equidad, para que el riesgo de pobreza no repercuta en la carencia de servicios básicos». No obstante, reconoció que «existen grupos en exclusión y hay que hacer un esfuerzo mayor para que accedan a esos programas universales». Mencionó, así, los planes de la consejería para la detección de déficit auditivo en niños y de alimentación a través de la educación, así como el apoyo a las ONG. Y apuntó que la Consejería de Bienestar tiene en desarrollo un programa de inclusión social en el que cada departamento (Educación, Sanidad...) hace sus aportaciones.
En esa línea de apoyo a las ONG, Julio Bruno visitó la clínica dental que, en noviembre de 2013, abrió Cáritas con el Colegio Oficial de Odontólogos, en Oviedo, para atender a personas en riesgo de exclusión. Al igual que el año pasado, Sanidad la apoyará y mantendrá su ayuda de 15.000 euros.
Búsqueda de financiación
Según explicó María Luisa Espina, encargada en Cáritas de gestionar este proyecto, «cuando las personas sin hogar se incorporan a la vida social, la imagen es importante. Muchos, por su trayectoria vital, han perdido piezas dentales, y eso constata un pasado -que unas veces puede ser cierto y otras, no-, pero que al empleador le pone en antecedentes y dificulta las relaciones sociales». La mitad de los usuarios son derivados desde Cáritas Arciprestal y la otra media, desde Atención Primaria. El perfil es el de mujeres y hombres de entre 44 y 54 años, con recursos que no superan los 500 euros, con escasa formación, en situación de paro de larga duración o en exclusión social. La mayoría son del territorio nacional. La odontóloga Gema Rodríguez añadió que la mayor parte de los tratamientos son prótesis, endodoncias y obturaciones (están excluidas las ortodoncias y los implantes). El proyecto necesita unos 90.000 euros este año. Por eso, tanto el presidente del colegio, Javier González Tuñón, como el director de Cáritas, Ignacio Alonso, hicieron un llamamiento a instituciones y particulares. Alonso señaló que la cesión a Cáritas de casas rectorales se hará escalonadamente y aludió a la «complejidad técnica y jurídica».
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