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LAURA FONSECA
Sábado, 20 de septiembre 2014, 00:40
Asturias contará con la primera unidad de desintoxicación hospitalaria que funcionará en la medicina privada. Estará en el Sanatorio Covadonga, de Gijón, y abordará todo tipo de adicciones, desde las generadas por el consumo de heroína, cocaína y cannabis, hasta sedantes, hipnóticos y ansiolíticos. También atenderá a personas que busquen 'desengancharse' del alcohol, una situación en la que cada vez «hay más gente joven». Así lo aseguró el especialista en el abordaje de adicciones, el doctor Eduardo Carreño, que dirigirá este nuevo servicio que ayer fue presentado ante los medios de comunicación por el gerente del Sanatorio Covadonga, Javier Valbuena.
Las unidades de desintoxicación hospitalarias, conocidas en el mundo sanitario como UDH, son espacios cerrados integrados en hospitales donde son tratados de su adicción aquellos pacientes que desean dejar de consumir drogas y a los cuales no se les puede pautar un tratamiento ambulatorio (en su propio domicilio). Estos dispositivos cuentan de instalaciones que permiten «la desintoxicación física de cualquier dependencia a sustancias adictivas, así como la realización de actividades y el desarrollo de relaciones interpersonales entre los pacientes y equipo técnico de la unidad», explicó Carreño. En principio, el Sanatorio Covadonga habilitará cuatro habitaciones (tres para hombres y una para mujeres). Según detalló Javier Valbuena, la iniciativa se puso en marcha «tras detectar una creciente demanda. Es un servicio que brota de las necesidades de los asturianos».
Asturias dispone de dos unidades de este tipo en la sanidad pública, aunque su capacidad para dar cobertura a todos los pacientes que lo requieren es limitada. Según ha podido saber EL COMERCIO, en el viejo HUCA, en Oviedo, había seis camas destinadas a tal fin pero con el traslado al nuevo hospital, el servicio se trasladó al Monte Naranco donde, de momento, cuenta con la mitad de plazas. Cabueñes, en Gijón, dispone de otras dos camas adscritas a la unidad de Medicina Interna. El pasado año, ambas UDHs llevaron a cabo 2.012 tratamientos.
«Las posibilidades de acceso a una unidad de desintoxicación hospitalaria de las familias asturianas son muy escasas, por esta razón y por la misión que con respecto a la sociedad se ha marcado el Sanatorio Covadonga, decidimos poner en marcha este servicio», indicó Valbuena.
10 días de media
Borrar todo rastro de alcohol, cannabis o heroína del cuerpo no resulta una tarea sencilla «y depende, y mucho, del tipo de consumo y de la sustancia». No obstante, la duración media de estos tratamientos, que luego deben ser acompañados con terapias de apoyo para evitar recaídas, «oscila entre diez y doce días». El perfil de los pacientes también varía. «Hay personas que vienen tras llevar consumiendo 20 ó 30 años y otras que han comenzado como quien dice hace un mes y ya necesitan atención porque han desarrollado un brote psicótico», indicó Carreño. En cualquier caso, el tiempo medio de consumo está en tres años.
En cuanto a los hábitos, dicho especialista señaló que «en materia de drogas la crisis no influye mucho, es algo que se mueve más por modas, aunque el alcohol se mantiene como una sustancia bastante clásica. En Asturias existe un consumo endémico que son los hongos alucinógenos, algo que no se ve en otras regiones», señaló. Como curiosidad, apuntó que entre los pacientes hay personas de la tercera edad enganchadas al alcohol y a hipnosedantes.
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