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A. V. / M. M. C.
Sábado, 6 de septiembre 2014, 00:30
Quizá el secreto de la catedrática de Estadística e Investigación Operativa María Ángeles Gil es que le encuentra «encanto a todo» lo que hace, como ella mismo reconoció desde la pantalla del Auditorio que narraba su impresionante trayectoria. Vallisoletana de nacimiento y asturiana de pro, ella es «una de las figuras sobresalientes» de la lógica difusa, una disciplina de la que Javier Fernández no se atrevió a hablar por miedo a hacer el ridículo, pero que, resumió, «entiende que muchas decisiones no pueden resolverse bien de forma binaria, con un sí o un no, sino que se atienden mejor tomando en cuenta un amplio conjunto de variables» y eso es «algo que deberíamos considerar en España más a menudo, tan dados como somos al maximalismo».
María Ángeles Gil ama a Asturias desde que su padre, maestro destinado a la región, le enseñó a amarla, al igual que ama la docencia y un puñado de canciones asturianas que, promete esta catedrática cercana y vivaz, casi nadie conoce ya.
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