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LAURA FONSECA
Sábado, 23 de agosto 2014, 00:42
Cualquier caso sospechoso de ébola que apareciera en Asturias no sería ingresado en el nuevo HUCA, en La Cadellada, como se había previsto inicialmente, sino que iría al viejo hospital. El Principado ha optado por habilitar una planta del antiguo complejo sanitario, ya vacío, para albergar y aislar posibles enfermos con ébola. La decisión ha sido adoptada hace pocos días, atendiendo a una de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, que aconseja que cualquier persona con sospecha de ébola sea ingresada en un área «alejada de la circulación de pacientes y trabajadores», tal y como se hizo en el Carlos III, de Madrid, donde se desalojó una planta entera para ingresar al cura Miguel Pajares, traído desde Liberia ya enfermo, que acabó falleciendo días después.
Sospecha. Ante la aparición de un caso sospechoso se daría aviso a Sanidad Exterior y a Vigilancia Epidemiológica, encargados de activar el protocolo de actuación.
Aislamiento. Lo primero sería aislar al enfermo lo más rápido posible.
Contactos. Hay que minimizar la estancia y el tránsito de otros pacientes. De ahí que el Sespa haya decidido que no sea el nuevo HUCA sino el viejo, ya vacío, el que acoja este tipo de casos.
Protección. El personal que le atienda deberá ir protegido. Sanidad está dando talleres de formación.
El hecho de que Asturias cuente con todo un hospital vacío a su disposición, como ocurre con el viejo HUCA donde hasta hace dos meses había actividad normal, facilita mucho las cosas. La Consejería de Sanidad habilitará la quinta planta del Covadonga para hipotéticos casos de ébola. En esta unidad hay varias habitaciones de aislamiento con presión negativa donde mantener ingresados a estos enfermos y minimizar el riesgo de contagio. Además, en esta planta se encuentra la UCI, aún sin desmontar, por lo que se podría poner en funcionamiento si la situación clínica del enfermo lo requiere.
Los trabajadores del HUCA, centro que actuará como hospital de referencia en Asturias, están recibiendo formación específica para saber cómo actuar ante la aparición de un paciente con síntomas de ébola. El protocolo de actuación al que tuvo acceso EL COMERCIO, señala que además de fiebre elevada, cefalea, vómitos, dolor de garganta y sangrados, el enfermo deberá referir haber estado en alguna de las zonas afectadas por este brote, que ha acabado con la vida de mil personas, o haber tenido contacto con alguien que hubiera estado allí.
Los cursos para los trabajadores son voluntarios. El HUCA está ofreciendo al personal eventual cuyo relación contractual expiraba en septiembre, prorrogar su contrato para formar parte del equipo que atendería casos sospechosos de ébola. También se formará un equipo en Atención Primaria.
A diferencia de otras comunidades, Asturias ha decidido que los posibles afectados por esta dolencia, cuya extensión por diferentes países africanos llevó a la OMS a declarar la emergencia mundial, sean atendidos aquí, descartando su traslado a Madrid.
Por su parte, el diputado de IU por Asturias en el Congreso, Gaspar Llamazares, pidió la comparecencia del Ejecutivo central por el «desbarajuste de gestión» en el caso de la repatriación del español fallecido por ébola, el religioso Miguel Pajares.
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