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C. TUERO / A. VILLACORTA
Sábado, 12 de julio 2014, 02:50
Sólo tres días después de que Luis Manuel C. R, de 55 años y vecino de Bárcena (Seloriu), falleciera en Rodiles después de haber sido picado por un grupo de avispas, Asturias registró ayer un nuevo ataque de estos insectos que acabó con un parragués de avanzada edad ingresado en el Hospital de Arriondas en estado grave.
El hombre, que responde a las iniciales J. A. D. E, de 89 años y vecino de la pequeña localidad de Bodes (Parres), salió a pasear con su sobrina por los alrededores de su casa, como suelen hacer habitualmente, acompañados por su perro. Pero, en un momento del trayecto, el animal empezó a escarbar la tierra y removió un avispero, del que salieron «cientos de avispas» que los atacaron a ambos: sobrina y tío.
La cosa se complicó aún más, porque los problemas de movilidad del anciano provocaron que se cayera al suelo durante el ataque, lo que obligó a su sobrina a desplazarse hasta su casa en busca de ayuda, dejándolo allí.
Hasta el lugar se acercaron su esposa, B. E. L, de 79 años, y un hijo del matrimonio, que finalmente consiguieron 'rescatar' al hombre inmovilizado, pero todos ellos acabaron con varias picaduras.
Las avispas se ensañaron especialmente con el anciano, que terminó con decenas de picotazos repartidos por todo el cuerpo, por lo que tuvo que ser trasladado con urgencia al centro hospitalario, adonde llegó en estado «grave» para recibir asistencia sanitaria. Ya una vez en el Hospital de Arriondas, se le administró medicación para contrarrestar la reacción alérgica que le produjeron las picaduras. El anciano quedó ingresado, puesto que, al caer, sufrió un importante golpe en la cara. El resto de los miembros de la familia también fueron atendidos en el centro hospitalario, pero recibieron el alta horas después.
Fallecimiento en Rodiles
La alarma vuelve a saltar pocas horas después del fallecimiento del vecino de Rodiles cuya muerte se produjo tras ser picado por varias de ellas -al menos, dos-, dado que, en pocos minutos, comenzó a sentirse mal y sufrió una parada cardiorrespiratoria.
El desgraciado suceso se produjo poco después de las 13.30 horas, después de que la víctima hubiera segado un prado de un chalé cercano a la playa maliaya de Rodiles. Una persona que se encontraba junto a él y que también sufrió las picaduras de los insectos fue la primera en dar el aviso a la torre de salvamento del arenal, desde donde se desplazaron al lugar tres socorristas. Y fueron ellos los que lo encontraron dentro de su coche, puesto que, al encontrase indispuesto, pretendía acercarse conduciendo al centro de salud de Villaviciosa. Pero, al comprobar que aumentaba su malestar, decidió dar la vuelta y su compañero -que no tenía carné de conducir- avisó a los socorristas.
Los efectivos de salvamento -que, a falta de conocer las conclusiones del examen forense, creen que las picaduras se deben a avispas y no a abejas- lo sacaron del interior del turismo y, junto a personal del 112-Asturias llegado en el helicóptero medicalizado, le practicaron maniobras de reanimación.
También intervino un médico del Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU), que se encontraba por la zona, junto con una ambulancia que llegó de Villaviciosa. La Policía Local, por su parte, colaboró con el personal de la «zona azul» del aparcamiento de Rodiles para acordonar la zona. Las maniobras de reanimación cardiopulmonar se prolongaron durante 45 minutos, pero sin éxito alguno. Nada pudo hacerse por salvar su vida.
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