Los animales de pastoreo serán 'reclutados' para prevenir los incendios

Entre los males detectados en el medio rural está una cierta «saturación del subsector turístico (en ocasiones, poco profesionalizado), con exceso de oferta y masificación del mismo en determinados municipios y comarcas», señala el informe. Los extremos de la situación los dan Ribadedeva y Yermes y Tameza: en el primero hay más camas en establecimientos que habitantes, mientras en el segundo apenas se cuentan cinco plazas hoteleras. «Lo más coherente» -indica el trabajo- «parece ser orientar el crecimiento de este sector hacia áreas de débil implantación y modalidades poco desarrolladas como pudiera ser el agroturismo». La dinamización del turismo, en todo caso, no se lleva más que uno de los 71 millones puestos en juego.

Mayor retribución se invertirá en corregir un desequilibrio que alimenta los incendios de la región. La pérdida de población y el abandono de prácticas agroganaderas están incrementando el aumento de la superficie forestal ocupada por matorral, víctima luego del 88% de la superficie quemada. Es poco rentable retirarlo y genera «altos costes la puesta en marcha y mantenimiento de sistemas de prevención de incendios». Para «el control de la vegetación con finalidad preventiva», se pretende 'reclutar' en los concejos con mayor número de incendios a «animales de pastoreo» y promover «la ganadería extensiva». Por ahora, los concejos de Cabrales, Illas, Carreño, Villaviciosa, Santa Eulalia de Oscos y Soto del Barco son los que más han sufrido las llamas y a ellos se podría dirigir esta promoción de la cabaña.

«El potencial de las zonas, tanto protegidas como no, es elevado, sobre todo para la biomasa», pero su aprovechamiento «resulta bajo». Para reactivarlo, se plantea cofinanciar hasta el 40% de los costes de las pequeñas y medianas empresas forestales.