Blanco admite «incidencias» en la apertura del HUCA pero dice que «no son relevantes»

La apertura del nuevo Hospital Universitario Central de Asturias y la sucesión de fallos técnicos y problemas informáticos que se vienen registrando a lo largo de todo el proceso han vuelto a ser motivo de acalorado debate en el parlamento regional. El consejero de Sanidad, que ayer acudió a la Junta para responder a una interpelación sobre el polémico arranque que se está viviendo en La Cadellada, se defendió de las acusaciones vertidas por parte de la oposición (básicamente Foro y PP) y, aunque reconoció la existencia de «incidencias» en estas dos últimas semanas, afirmó que las mismas «no han sido relevantes, ni han puesto en riesgo a los pacientes». Faustino Blanco salía así al paso de las denuncias realizadas por médicos del propio hospital, que hablan de «graves fallos» que afectan a los enfermos.

El titular de Sanidad hizo hincapié en la «alta complejidad» de un traslado como el llevado a cabo en el HUCA, el equivalente, precisó, «a una mudanza de mil viviendas de 200 metros cuadrados cada una». En este sentido, señaló que a pesar de los fallos observados, a los que se refirió en todo momento como «incidencias», en las dos primeras semanas de actividad «el hospital ya tiene ingresados 630 pacientes, atendió 5.000 urgencias, otras 21.316 consultas y pruebas diagnósticas, y practicó 140 intervenciones, dos de ellas, de trasplantes».

Sin embargo, la visión que Foro Asturias y PP expusieron a lo largo del debate fue bien distinta. Ambas formaciones calificaron de «chapuza, caos y desastre» el proceso de puesta en marcha del hospital. El diputado Albano Longo, de Foro, que acusó al Principado de haber propiciado «un traslado a la brava», llegó incluso a asegurar que «la gente tiene miedo de ir al nuevo HUCA» debido a la sucesión de problemas que profesionales y pacientes vienen reseñando. El parlamentario dio un pormenorizado detalle del conjunto de deficiencias de las que EL COMERCIO ha venido informando. Desde «la suspensión de tratamientos de quiomioterapia o esperas de ocho horas en Urgencias» por retrasos en los resultados de las analíticas y fallos en el sistema informático Millennium, hasta «problemas de seguridad en las UCIs, averías en los robots y comidas que se repartieron por las plantas a las seis de la tarde». Longo aseguró también que el día de la apertura de las plantas de hospitalización, el 14 de junio, «los aparatos de reanimación estaban desconectados», al «igual que los de la UCI pediátrica».

El PP, por su parte, dirigió sus críticas no sólo a la Consejería de Sanidad sino también hacia la empresa Cerner, responsable del programa informático sobre el que pivota el hospital sin papeles. «Debería usted pedir responsabilidades a dicha empresa. Estamos asqueados de que nos traten como provincianos. En América, con fallos como los del HUCA, no tendrían futuro», indicó Victoria Delgado al consejero. Las duras palabras de la diputada del PP dispararon la hilaridad de Blanco: «Son críticas esperpénticas que tienen perplejo a medio mundo. Imagino que son producto de la ignorancia», zanjó. En pleno debate, el consejero confirmó que el nuevo HUCA quedará íntegramente conectado con el resto de hospitales en septiembre.

Y mientras esto ocurría en la Junta General, 43 profesionales del Área de Gestión Clínica de Pediatría del Hospital Central hacían pública una dura carta donde no solo contradecían lo dicho por Faustino Blanco, sino que alertaban de una cascada de fallos que demoran la asistencia y complican su trabajo diario en La Cadellada. El escrito, reproducido en esta página, se suma al emitido hace apenas una semana por el grueso de la plantilla médica del servicio de Urgencias.