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MARCO MENÉNDEZ
Domingo, 22 de junio 2014, 01:40
El oso está de moda en Asturias. En los últimos meses, se han multiplicado los avistamientos de estos animales hasta el punto de que son muchos los aficionados a la naturaleza que se desplazan a la región para poder captar instantáneas de los plantígrados. Lo más cotizado es capturar imágenes de osas interactuando con sus crías y se han llegado a organizar excursiones guiadas para poder contemplar osos de cerca.
Pero la actualidad también nos lleva a otra realidad de estos emblemáticos animales mucho más oscura. En las últimas semanas, se han encontrado los cadáveres de dos osos -Cortes (Quirós), el 10 de junio, y Villablino (León), el 15 de junio-, uno de los cuales podría haber muerto por efectos del veneno, según las últimas estimaciones de los especialistas. A esos casos, habría que sumar la muerte de otro ejemplar en Porley (Cangas del Narcea), en agosto del año pasado, tras quedar atrapado en un lazo.
Desde las instituciones encargadas de velar por este animal se hacen importantes esfuerzos desde hace años por concienciar a la población de la necesidad de protegerlos y parece que han dado frutos, ya que la sensibilización popular es creciente. Ese hecho puede explicar el incremento de avistamientos y no un notable incremento en la población osera asturiana. En opinión de José Tuñón, director de la Fundación Oso Asturias, «la gente cada vez hace más actividades relacionadas con la naturaleza, lo que favorece que se puedan ver con más facilidad. Al mismo tiempo, está claro que la población osera ha crecido algo debido a que son muchas las zonas rurales asturianas que no están pobladas».
«La gente está más atenta»
Roberto Hartasánchez, presidente del Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (Fapas), considera que «no ha crecido mucho la población osera, lo que ocurre es que la gente está más atenta. La población de osos se está consolidando, porque el censo de osas reproductoras y crías nos indica que va mejor. Aunque se lleva mucho tiempo trabajando en la sensibilización de los ciudadanos, ahora, de verdad, parece que ese mensaje ha calado en la sociedad y podemos ver que, con más frecuencia, la gente llama diciendo que ha visto osos».
Es ese incremento en las llamadas lo que, según Hartasánchez, «lo que ocurre es que la gente está más preocupada por ellos y hay más información. Es un pequeño fenómeno sociológico, pero muy positivo».
Pero, ¿cuántos osos puede haber en la Cordillera Cantábrica? Hay que tener en cuenta dos consideraciones. Por un lado, el número varía de forma constante, con nuevos nacimientos y muertes de ejemplares, pero lo más importante es otro aspecto meramente geográfico, como que la población osera está dividida en dos zonas muy separadas. La más numerosa y sana se sitúa en el suroccidente asturiano, mientras que la segunda, con escasos ejemplares, graves problemas de variabilidad genética y un modelo de gestión muy diferente al asturiano, se encuentra en los montes de Palencia.
Dicho esto, se estima que existen unos 200 osos en nuestros montes, una cifra que se puede considerar pequeña pero que es muy importante si tenemos en cuenta que la población osera en Asturias en 2003 se consideraba de entre 81 y 118 ejemplares. Además, otro dato que se está observando es que estos animales cada vez son más intrépidos a la hora de buscar alimento y acceden, incluso, a zonas pobladas. Roberto Hartasánchez relata: «Hace poco, un apicultor de Grado se puso en contacto con nosotros porque estaba preocupado por la presencia de un oso cerca del lugar donde tenía sus colmenas. Estos animales se mueven más, lo que les hace más visibles. Por ejemplo, se ven muy bien en zonas de Leitariegos, Degaña y Cangas del Narcea. Especialmente, osas con crías».
«Una orografía muy dura»
¿Por qué se mueven tanto? Hace unos años se pensaba que estos animales se centraban en las zonas más recónditas de Somiedo, Quirós y Teverga, pero desde el Fapas apuntan que se trata de animales muy versátiles y poco exigentes en la búsqueda de refugio y alimento. Además, el hecho de que en Asturias haya mucha zona montañosa despoblada favorece sus desplazamientos. «Desde nuestros locales vimos dos osos con un simple catalejo, y estamos muy cerca de Oviedo, a 11,8 kilómetros del Ayuntamiento».
Pero no es la presencia osera más cercana al centro de la capital del Principado constatada. Roberto Hartasánchez indica: «Lo más cercano en cuanto a rastros de osos que hemos detectado fue en la localidad de Udrión, que está a seis kilómetros de Oviedo. Pero pueden aparecer por cualquier lugar de Asturias menos en la zona más industrial, porque tenemos una orografía muy dura y una fauna muy rica».
¿Todo esto quiere decir que el oso se ha consolidado y ya no se merece ser una especie protegida? Claramente, no. José Tuñón asegura que «no se trata de una población sana. Está fraccionada y no podemos decir, ni mucho menos, que la especie esté salvada. Hay que tener en cuenta que el área de campeo de los osos en Asturias no es suficiente para que dejen de estar en peligro de extinción».
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