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LAURA FONSECA
Martes, 17 de junio 2014, 00:24
El Millennium, el sistema operativo sobre el que pivota el modelo de hospital sin papeles de La Cadellada, se ha convertido en la pesadilla del nuevo HUCA. Los persistentes fallos informáticos están desluciendo el arranque del que estaba llamado a ser el hospital del siglo XXI, generando demoras en las consultas y obligando a suspender tratamientos en algunos servicios, como ocurrió en Oncología. La Cadellada volvía a vivir ayer otra prueba de fuego. Una más desde que hace unas semanas iniciara la macromudanza del viejo al nuevo complejo. Tras la apertura gradual de sus consultas externas el pasado día 3, y la entrada en servicio este fin de semana de Hospitalización y Urgencias, tocaba ahora funcionar a pleno rendimiento.
El de ayer era un momento crucial para el nuevo HUCA, que por vez primera tenía que funcionar como su antiguo 'colega' de El Cristo. Y tenía que hacerlo en un día en el que estaban citados más de 2.000 pacientes en consulta y en el que había que atender ya a 193 enfermos ingresados, además de hacer frente a más de 300 urgencias y mantener la actividad de una decena de quirófanos. El resultado, a tenor de usuarios y trabajadores, no ha sido para echar voladores. «No por el hospital, que es magnífico, ni tampoco por el traslado de enfermos, que está saliendo estupendamente, sino por el 'Millenniun'», advertían muchos de los facultativos y enfermeros consultados, que ayer no hacían más que pelearse con los ordenadores o buscar cobertura para los dispositivos que funcionan a través de la red inalámbrica.
A tenor de lo visto en estos días de inicio de actividad, al nuevo HUCA se le atraganta el 'Millenniun'. El sistema informático sobre el que gira todo el funcionamiento de La Cadellada, y cuya implantación costó 17 millones de euros, está empañando el arranque del mayor complejo sanitario de Asturias y, «lo que es peor, está dejando a pacientes sin atender», advertía el presidente del Sindicato Médico, Javier Alberdi. Porque ayer, el servicio de Oncología Médica tuvo que enviar a casa a varios enfermos que no pudieron recibir su tratamiento. Así lo explicaron ellos mismos a EL COMERCIO a la salida de consulta, pasado el mediodía. «Estuvimos allí toda la mañana. Al parecer no podían meter las analíticas en el sistema y tuvieron que enviarlas al viejo hospital que, a su vez, tenía que remitir los resultados por fax. Pero como no hay cobertura suficiente y los teléfonos fallan, no se pudo recibir los resultados y nos han mandado a casa pidiéndonos disculpas y prometiendo que mañana (por hoy) esperaban tenerlo solucionado», explicaba uno de los afectados. El caso de Oncología es especialmente sensible, no solo por la dolencia que engloba, sino porque los enfermos vienen de soportar problemas de espacio e incomodidades arquitectónicas en el viejo HUCA. «Nos dijeron que en el nuevo todo iba a ser diferente, ya que es mucho más espacioso y moderno, pero nos hemos encontrado con una sala de espera en la que apenas caben 30 personas y nos piden que vengamos sin acompañante, porque no hay sitio para todos», relata otro enfermo que asegura haber tenido que «sentarme en el suelo».
Al final de la tarde, el director de Asistencia Sanitaria, Antonio Álvarez, reconocía la existencia de problemas en Oncología y pedía «disculpas por las molestias ocasionadas» que se debieron a «un fallo que se solucionó en dos horas».
Pacientes menos pacientes
A medida que pasan los días, los pacientes se muestran menos comprensivos con el reguero de problemas e incidencias que se suceden en La Cadellada. «He venido ya dos veces por el informe y no me lo pueden dar», se quejaba Fernando Rodríguez que, también sufrió un error en las citaciones. «La semana pasada me enviaron al viejo cuando la consulta era ya aquí». Precisamente, uno de los trastornos con los que se están encontrando los profesionales es que no pueden volcar los datos e imprimirlos. También es engorroso el acceso al historial clínico, consultar datos o, simplemente, ordenar una analítica o poner un suero. «Esto es un caos», decía Carlos Vázquez, delegado de Prevención del Sicepa, quien indicó que «si todo sale meridianamente bien con los pacientes es por la entrega del personal».
Porque en el nuevo HUCA si el 'Millennium' no tira «todo falla y el tiempo que los profesionales pasan delante de la pantalla del ordenador no están con el paciente», indicaba María José Ballesteros, delegada sindical del Satse. «Muchos trabajadores sienten angustia», confesó.
Menos demora en Urgencias
La visión del Servicio de Salud (Sespa) dista mucho de lo que dicen usuarios y trabajadores. El gerente, Tácito Suárez calificó de «leves» las incidencias con el Millennium y aseguró que «en quince días todo esto estará olvidado». En cuanto a los robots de suministro, que también fallaron el primer día, dijo que «ya reparten las comidas por plantas con normalidad» y sobre las elevadas demoras en Urgencias que los enfermos referían haber sufrido el fin de semana, indicó que los tiempos «son ya casi mejores que en el viejo hospital». El sábado la espera en las Urgencias de La Cadellada fue de 296 minutos de media, y el domingo, de 313. En El Cristo, afirmó Suárez, los enfermos solían aguardar 307 minutos de promedio.
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