Fallece el escritor gijonés Juan José Plans a los 70 años

Escritor premiado, periodista de vocación temprana y erudito de saber interminable, Juan José Plans se fue ayer de noche sin avisar. Moría de repente. Un aneurisma se lo llevaba en el hospital de Cabueñes dejando a su familia desolada y a una ciudad huérfana de uno de sus hijos predilectos. Juan José Plans, que iba a cumplir este año los 71, deja una un legado impresionante, que comenzó en este mismo periódico, en EL COMERCIO, donde firmó crónicas deportivas y también culturales, hasta que la vida le llevó a trasladó a Madrid, en 1965, donde empezó a trabajar en Radio Nacional de España. Su voz y sus historias de terror le convirtieron pronto en uno de los valores nacionales de la emisora. Los programas 'Sobrenatural' e 'Historias' fueron para muchos maná singular del género fantástico.

Plans, que había iniciado recientemente una nueva etapa como presidente de la Fundación Foro Jovellanos, fue redactor de 'La Estafeta Literaria' y consejero editorial de 'El Basilisco' y de 'Nickel Odeón', donde trabajó codo con codo con el oscarizado José Luis Garci, su amigo del alma. También dirigió la revista de vocación mensual Lui. Estaba en posesión de varios premios, el Nacional de Guion Radiofónico por 'Ventana al futuro' y en 1982 el Ondas por España y los españoles, entre otros. El último le llegó en 2010. Fue el Premio de las Letras de Asturias.

De 1984 a 1988 dirigió el Centro Territorial de TVE en Asturias y fue uno de los puntales del Festival Internacional de Cine de Gijón, cuyas riendas también llevó durante unos años, en su segunda etapa.

Como escritor se especializó en el género fantástico, de ficción científica y terror, en el que destacan algunas interpretaciones del mito literario de Drácula. Fue biógrafo de Alejandro Casona, escribió cerca de 40 títulos y figura en ás de 30 antologías literarias de dentro y fuera del país. Padre del reputado y joven pintor Edgar Plans, su obra ha sido traducida a varios idiomas y parte ha sido adaptada para radio y televisión, donde llegó a firmar varios clásicos del género. Su obra El juego de los niños sirvió de base para la película de Narciso Ibáñez Serrador ¿Quién puede matar a un niño?, entre otras adaptaciones.