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Estudiantes encerrados en la biblioteca de la facultad de psicología. / JESÚS DÍAZ
El cierre de una biblioteca universitaria en Gijón muda en protestas por los recortes
Asturias

El cierre de una biblioteca universitaria en Gijón muda en protestas por los recortes

Los actos reivindicativos se extienden a Oviedo, donde alumnos de Psicología y Medicina mantienen encierros nocturnos en sus facultades | Reclaman soluciones para Gijón y garantías de que el caso no se extenderá

JOSÉ L. GONZÁLEZ ,

Miércoles, 19 de febrero 2014, 22:04

El conflicto por el cierre de una biblioteca del campus de Gijón ha superado ya los límites del concejo y toma la forma de una protesta contra los recortes en la Universidad. Alumnos de Psicología y Medicina han pasado esta noche encerrados en sus facultades, un acto que repetirán de forma indefinida hasta que se ofrezca una solución al problema gijonés por parte del rectorado de la Universidad de Oviedo.

El acto no solo tiene un componente solidario con los alumnos de Gijón, sino que trasciende el problema puntual por el que comenzó el conflicto, el cierre de la biblioteca. Los alumnos temen que la medida adoptada en la facultad gijonesa se pueda extender a otras instalaciones universitarias o a otros departamentos. "Hay rumores fehacientes de que puede haber más cierres de bibliotecas. Y también pueden llegar nuevas jubilaciones de trabajadores sin reposición en los puestos que afecten a otros departamentos. ¿Hasta dónde van a llegar?", se pregunta Silvana Buchwald, integrante de la Asamblea Abierta de la facultad de Psicología y Logopedia y que esta noche estuvo encerrada junto a sus compañeros en el edificio ovetense.

La chispa de este conflicto surgió en Gijón hace poco más de dos semanas. La Asamblea Abierta de Estudiantes del Campus gijonés hizo saltar la voz de alarma al denunciar el cierre de la instalación. A partir de ahí, el hartazgo por los recortes en diferentes sectores de la educación, hizo el resto: protestas, un encierro que aún se mantiene y una posición firme en las negociaciones para evitar la clausura de una infraestructura que consideran imprescindible, tanto para los alumnos como para los profesores.

Pero, del caldo de cultivo de los recortes, con problemas para financiar la investigación, cubrir gastos corrientes como la calefacción o las nuevas normas impuestas por el Gobierno central a la hora de cubrir las jubilaciones, ha surgido una protesta mucho más amplia, tanto en lo territorial como en su ideario. Los estudiantes ovetenses que han decidido sumarse al conflicto tienen previsto mantener sus actos reivindicativos de forma indefinida y ya trabajan en otro tipo de protestas con las que presionar al rectorado, que afirma no entender una polémica que crece día a día. El rector, Vicente Gotor, manifestó días atrás que la dimensión del problema de Gijón era incomprensible. Su argumento se apoyaba en que la biblioteca a la que se pretende echar el cierre "no presta más de un libro por alumno al año". "Son explicaciones un poco absurdas. Los estudiantes trabajan en la biblioteca, por lo que los préstamos son poco fiables. Muchos profesores dan bibliografía y nosotros necesitamos consultar los libros. Hay muchas consultas que no se reflejan en el dato de los préstamos", sostiene Silvana Buchwald.

Las dos partes, rectorado y estudiantes, han buscado puntos de encuentro en diferentes reuniones, aunque las posiciones siguen alejadas. El primero de los encuentros, de hecho, acabó con un cruce de acusaciones entre las partes después de que la vicerrectora de Investigación y Campus de Excelencia de la Universidad de Oviedo, Paz Suárez Rendueles, denunció momentos viloentos cuando los estudiantes cercaron su coche a la salida de la reunión. Una agresividad que los estudiantes niegan.

El siguiente episodio que da muestra del aumento de la tensión por los problemas de los recortes ocurrió a las puertas del Consejo de Gobierno de la Universidad, cuando un grupo de alumnos convocados por las Asambleas de Estudiantes se acercó al rector, Vicente Gotor, para reclamarle explicaciones por el caso de Gijón. «El tema se ha sobredimensionado. El comportamiento que han tenido los estudiantes esta mañana ha sido muy desagradable, con insultos, presiones y hasta con un alumno de Psicología, que me cogió por el brazo. No es la primera vez que pasa y esto no puede seguir así. Han pasado la línea roja», señaló Gotor tras el incidente.

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