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Asturias

Fomento culpa a los estudios iniciales de los "serios problemas" de la variante

Las características geológicas e hidrológicas del trazado han hecho aflorar las dificultades que pueden tener una «solución complicadísima»

MARCO MENÉNDEZ

Lunes, 20 de mayo 2013, 17:05

Gijón. La variante de Pajares se ha topado con una serie de problemas con los que los técnicos no contaban. El Ministerio de Fomento califica ahora de «insuficientes» los estudios geológicos e hidrológicos realizados para acometer la obra, por lo que sus responsables se enfrentan ahora a la confección de nuevos análisis para tratar de solucionar los problemas, especialmente el deslizamiento de 1,5 kilómetros de ladera en las inmediaciones de Campomanes y las filtraciones de agua en sendos tramos de nueve kilómetros en los dos túneles principales de la infraestructura.

En su visita el pasado viernes a las obras, el secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Rafael Catalá, aseguró que en su momento esos estudios «se hicieron». Aunque dijo que «no queremos revisar lo que hicieron los gobiernos anteriores, sino estudiar los problemas y ejecutar las soluciones», añadió que «los proyectos iniciales tenían unos estudios que se han demostrado insuficientes, porque los problemas están encima de la mesa».

Al parecer, según se comentó en el mismo acto, la poca fiabilidad de esos informes podría tener que ver con el grado de protección ambiental de los terrenos por los que pasa el trazado del AVE. Al parecer, fue necesario reducir al máximo los sondeos para no causar molestias a la fauna -osos y urogallos-, con lo que los datos recabados por los técnicos distaron bastante de lo que después se encontraron en la realidad.

El deslizamiento de kilómetro y medio de ladera es el problema que más preocupa a los responsables del Ministerio de Fomento. Las medidas previstas en un principio para garantizar la estabilidad de la zona fueron insuficientes, ya que el terreno continuaba desplazándose. Tras realizar un relleno de emergencia, se consiguió detener los movimientos, pero el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) decidió encargar un estudio geotécnico nuevo, que estará listo en dos meses, para identificar el problema, estudiar las alternativas y encargar el proyecto constructivo que permita estabilizar el terreno de forma definitiva. Según indicó Rafael Catalá, «es un problema muy serio, porque afecta a la seguridad».

A falta de lo que diga el informe técnico, la solución definitiva parece que pasará por «hacer un cosido importante» tanto en el talud como en la caja de vías, con el objetivo de estabilizar el terreno. Unos de los elementos a utilizar serían los bulones, es decir, unos listones metálicos de gran longitud que se clavan en el terreno y permiten, junto con otras medidas auxiliares como geomallas o, incluso, infiltraciones de hormigón, estabilizar la zona.

Mecánica de rotura

Se trata del llamado desmonte 5 tramo tres del trazado de la alta velocidad, justo sobre la localidad de Campomanes. Es en ese kilómetro y medio donde se concentran todos los problemas de la obra. Aún es necesario excavar ocho metros para alcanzar la cota de la plataforma de vías, lo que, sin tomar medidas correctoras, produciría una mayor inestabilidad del talud y el suelo. Fernando Carreño, director de Obra del Adif, explicó que «lo bueno es que ahora conocemos la mecánica de rotura del talud y la geología de la zona, con lo que la solución está más cerca».

Antonio Gutiérrez, director general de Construcción y Explotación del Adif, indicó que «hasta ahora se habían adoptado soluciones parciales, porque estábamos pendientes del estudio definitivo que tendremos en julio. Después habrá que hacer el proyecto constructivo para tener la solución definitiva que garantice el paso de los trenes sin peligro para nadie. Es coger el toro por los cuernos y solucionarlo de una vez por todas. Este es el momento de arreglarlo».

Para tener una mayor garantía de la fiabilidad de ese estudio, se ha encargado al mismo experto geotécnico que intervino en el proyecto de la autopista León-Campomanes (AP-66), en la que se presentaron problemas muy similares al detectado ahora en el trazado de la alta velocidad. Aún así, Gutiérrez asegura que «no es el problema mayor del mundo. Lo tuvimos más importante en Sevilla. No sabremos ni los plazos ni la inversión que será necesaria hasta que tengamos el proyecto, pero puede ser una actuación complicadísima».

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