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PEPE G.-PUMARINO
Martes, 19 de marzo 2013, 05:13
El alcalde de Carreño, Ángel Riego, considera que la restitución de la canalización del saneamiento «va para largo y será costosa». Así lo manifestó ayer tras efectuar una serie de consultas con técnicos en las que no se pudo todavía concretar una cuantía por las obras de reparación. No obstante, fuentes de la Empresa Municipal de Aguas (EMA) de Gijón, precisaron que a la vista de la situación se hará necesario estudiar nuevas alternativas para acometer la canalización de la red a lo largo del tramo costero de la playa de El Tranqueru.
Mientras tanto, las aguas residuales que se generen en el casco urbano y el núcleo rural de Perlora serán evacuadas a través de los aliviaderos existentes en el puerto de Candás y en la bahía de Perán. Este contratiempo causado por un fuerte argayo que ocasionó el derrumbe de un tramo de 50 metros lineales de la senda costera, no afectará, sin embargo, al suministro de gas ciudad a la capital del concejo. Así lo confirmaron personal técnico del mantenimiento del servicio ayer, pese a que la canalización permanece tendida en el aire en todo el tramo por donde se desplomó el terreno de la senda. Los trabajos que realizan consisten en graduar la presión del gas para evitar posibles rupturas en la instalación, según explicaron los operarios a este periódico.
En relación con las posibles causas que originaron el desplome de la ladera que bordea la playa de El Tranqueru, todo parece indicar que se debió en gran medida a la pérdida del refuerzo de hormigón existente al pie de la ladera por el efecto de las mareas. Desde la asociación de vecinos de Xivares se recordó que ya en 2011 se puso en conocimiento del Ayuntamiento la existencia de grietas y que éstas iban en aumento como consecuencia de la pérdida del muro de contención existente. En el comunicado dirigido a la concejala Amelia Fernández, por esta asociación, se advirtió entonces del grave riesgo existente.
En el segundo argayo que se produjo en la ladera del monte Fuxa, que obligó al desalojo de una vivienda ocupada por dos familias, la situación ayer era de incertidumbre. A primeras horas de la mañana, el alcalde, Ángel Riego, efectuó una inspección a la zona acompañado de técnicos de la Consejería de Fomento, Infraestructuras y Medio Ambiente y la propietaria del inmueble.
Tras la visita a las zonas afectadas por los derrumbes, quedó pendiente de un informe sobre la situación que elaborarán los técnicos del Principado. En cuanto a las familias afectadas, permanecerán alojadas en un hotel.
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