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Política

Asturias volverá a las urnas para elegir presidente el 25 de marzo

Tras apenas seis meses y medio de Gobierno, Francisco Álvarez-Cascos adelanta las elecciones. Responsabiliza de la necesidad de repetir los comicios al "complot" entre PSOE y PP

J. A. GARCÍA

Lunes, 30 de enero 2012, 22:43

La prórroga presupuestaria, definida por Francisco Álvarez-Cascos como "moción de censura destructiva", pero sin candidato por parte de la oposición, ha sido el detonante que ha llevado al presidente regional a adelantar elecciones. Después de tres días consecutivos explicando que el rechazo de la Junta General a sus primeros presupuestos hacía imposible poner en marcha los proyectos con los que el Gobierno pretendía reactivar la economía asturiana, Cascos compareció hoy por la tarde en la sede de presidencia para anunciar que que el próximo 25 de marzo los asturianos votarán de nuevo para elegir a su presidente.

El jefe del Ejecutivo ha optado por hacer coincidir las elecciones en Asturias con las andaluzas, apurando los plazos, ya que precisamente hoy era el último día para poder llevar a cabo la convocatoria. Cascos has atribuido directamente la necesidad de convocar elecciones a la alianza entre PP y PSOE que no tenía otro objetivo que impedir gobernar

Todos los asturianos somos conscientes de la realidad, todos tenemos a un parado en nuestro entorno familiar o de relación, todos somos testigos y víctimas de la crisis, y todos percibimos la ceguera de quienes no reaccionaron a tiempo y dejaron que las heridas profundizasen y se hiciesen crónicas, al modo de las quemaduras que tienen como aliado el tiempo de la pasividad. La gota que colma el vaso de una situación de difíciles equilibrios, en la que Foro ha ido con la verdad por delante, con cifras y con transparencia, ha sido el complot parlamentario de PP y PSOE hace cinco días para rechazar el proyecto de Presupuestos Generales del Principado de Asturias para 2012, esquivando cualquier diálogo que no consistiera en su retirada para imponer mediante prórroga el insolvente e inservible presupuesto anterior, ha asegurado.

Durante el poco más de medio año transcurrido desde la toma de posesión el enfrentamiento entre Gobierno y oposición ha sido una constante. Se dejó sentir en la elección del presidente de la Junta, donde el apoyo de los socialistas situó al popular Fernando Goñi en la presidencia del Parlamento asturiano. El enfrentamiento entre Foro y PP también resultó evidente en la negociación para la formación nuevo Gobierno. Pese a las reuniones mantenidas, el acuerdo resultó imposible y Álvarez-Cascos se vio obligado encabezar un Ejecutivo en minoría con la esperanza de que los populares apoyasen al menos un presupuesto que permitiera a su partido llevar a cabo su programa de gobierno.

Pero tampoco en el día a día se llegó al menor punto de acuerdo. Cuando Cascos intentó ajustar las cuentas anulando la partida de más de once millones destinada por el anterior, los partidos de la oposición llegaron apoyar en la Junta General del Principado una ley que bloqueaba la decisión del Ejecutivo.

Pero fue con el rechazo a las cuentas regional cuando la situación del Ejecutivo se hizo insostenible a juicio del presidente regional. En su primera comparecencia, Cascos advirtió que su intención no era agarrarse a la poltrona y que solo seguiría adelante si el análisis de la prórroga presupuestaria permitía llevar adelante sus proyectos. "El presupuesto es el libro de cabecera de un gobierno para la legislatura, sin presupuesto no hay programa de gobierno", ha recordado el jefe del Ejecutivo, para quien la prórroga del viejo presupuesto que imponen PP y PSOE es, en el mejor de los supuestos, una herramienta resignada y una solución coyuntural de emergencia que, acaso, pudo ser un mal menor en otro tiempo. Pero, en la Asturias actual equivale a un suicidio, a la quiebra del Estado del Bienestar, al empobrecimiento y al 'pan para hoy y hambre para mañana. Evidentemente, su conclusión fue que continuar adelante no tenía sentido. No se trata, pues, de valorar si el gobierno puede seguir con sus propios apoyos, una vez que está comprobado que PP y PSOE renuncian a gobernar con su mayoría, sino de tomar la decisión que responda a los verdaderos intereses y necesidades de los ciudadanos. Mis compañeros de gobierno y yo llegamos democráticamente a nuestros cargos con voluntad de servir, no tenemos otra motivación que la de representar en todo momento la voluntad de los asturianos, y no nos guía otro propósito que defender los intereses generales de Asturias. No hemos llegado aquí buscando cargos de los que servirnos, y no vamos a permanecer en los puestos un minuto más del que responda a la convicción de estar realizando una labor útil a nuestros conciudadanos, ha asegurado para explicar su postura de convocar de nuevo elecciones. Ahora, Álvarez-Cascos someterá su proyecto, el cambio radical que defiende para Asturias. Afronta la cita electoral, según sus propias palabras, "más apasionado que nunca" en la lucha por Asturias para que no sea "más que nadie, ni tampoco menos" y ser consciente de que existe "un amplio margen de maniobra" para evitar que "mientan" o "marginen" al Principado lo que le he ha llevado, "como ejercicio de coraje y responsabilidad", a considerar que la convocatoria de elecciones era lo mejor para la comunidad autónoma.

La intervención de Álvarez-Cascos ha sido secundada por un aplauso de los miembros de su Consejo de Gobierno a los que había reunido previamente para notificarles su decisión, así como por varios representantes parlamentarios de Foro Asturias.

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