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ÓSCAR CUERVO
Jueves, 2 de febrero 2012, 03:37
«Un 'caldito' de gallina para hacer más llevadero el frío». Carlos Fernández Collado es el propietario del bar La Flor de Zamora, un establecimiento situado en la esquina de las calles Gran Capitán y Pizarro, en La Calzada, que este fin de semana ofrecerá en la puerta de su local un caldo caliente, «por las mañanas y por las tardes», a todo aquel que lo desee. Lo hará para luchar contra el frío siberiano que anuncia Aemet. «Es una pequeña gentileza que me gusta tener con los clientes, además de con los que nunca han estado en el bar», subraya Carlos, quien ya ha organizado espichas y alguna que otra degustación, también gratuitas, en su establecimiento. «Es un detalle, sobre todo con la que va a caer este fin de semana», añade, mientras repasa la carta del bar y la posibilidad de «acompañar el caldo con un tapita casera».
En estos tiempos de crisis quien no se promociona es porque no quiere. Aunque sea, dicho de paso, echando una pequeña mano a los que pasean por la zona o tan solo esperan por el autobús. «Así la caminata o la espera se hace más llevadera», bromea, no sin antes recalcar la posibilidad de extender la idea al verano. «Igual para entonces, cuando haya calor, no apetece el caldo. Ya veremos si nos plantamos con una mesa en la puerta del bar a dar un poquito de gazpacho a la gente».
Esta propuesta «anticrisis» -y totalmente gratuita- no contrasta con las cazuelas que «mi madre prepara de manera totalmente tradicional». Desde 3 euros, uno puede abrir boca con un «cazuelón» de pote asturiano o patatas con jabalí, «un precio popular», promociona.
«Se necesitan clientes»
Un cartel lleno de faltas de ortografía llama la atención en una de las vidrieras del café Vegas, en la calle San José: «Urjente. Se necesitan clientes. No ace falta esperiencia» (sic). ¿Casualidad o reclamo? Lo cierto es que, a pesar de llevar «unas dos semanas cerrado por cambio de titularidad», numerosas personas aún se paran frente al cristal a contemplar el letrero, que lleva ya cierto tiempo colgado. «Ingenioso» y «extravagante» se llevan la palma, a partes iguales, como calificativos más escuchados. Habrá que ver si el nuevo titular mantiene el anuncio y las ventas.
Más directa es la frutería anticrisis -tal cual se llama- situada en la esquina de las calles Mieres y Decano Prendes Pando. Enormes letreros invitan al consumidor a entrar y llevarse a casa, por ejemplo, dos kilos de manzanas por solo un euro. El ingenio triunfa en estos tiempos en los que el bolsillo se resiente y anda más flaco de lo normal.
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